Claudio Böhm, Presidente de Sorbalok SA
Sorbalok es una fábrica de pinturas con líneas para el hogar y la industria.
No es un año satisfactorio. Ha sido un año muy modesto. Ni siquiera tenemos claro lo que pasó. Las ventas no fueron lo esperado y queremos suponer que es el problema de la economía en general. No somos una primera marca que la consume una franja de la población que se ha visto afectado por la inflación. A eso, se suma que cada vez hay más competencia. Esta situación que vivimos, tampoco permite tener toda la claridad necesaria para analizar realmente lo que está pasando. Son muy cambiantes los contextos.
Hicimos inversiones comprando un terreno anexo a nuestra planta industrial con el objetivo de ampliar nuestra infraestructura. En cuanto al personal, hemos logrado sostener la cantidad de empleados y estamos buscando una mayor eficiencia con los que tenemos.
Las ganas más que de emprender están en sostener la empresa. En lograr mejorar la calidad y automatizar más la planta para subir los niveles de productividad.
El 2023 tendrá a la inflación como protagonista, que lleva a un incremento constante de la pobreza. Veremos si el número de diciembre a la baja pueda sostenerse y será el punto de inflexión para volver a recuperar un índice más bajo y normal. El temor principal es que vayamos hacia un desorden social.
Creo que el año que viene no va a mejorar. Esperemos que, al menos sea igual, pero lo que estamos viendo y la sensación que tenemos que será bastante más complicado que el 2022. Nosotros buscaremos seguir sosteniendo la calidad de nuestros productos que nos ha permitido fidelizar a nuestros clientes.