Diego Maier - Gerente General de La Agrícola Regional Cooperativa
“Un buen año del campo traccionará positivamente el resto de las áreas”
La Agrícola Regional - Crespo
Cooperativa cuya principal actividad es la agropecuaria y está diversificada en servicios, corralón, supermercado y varios servicios más.
En cuanto al sector agrícola fue el peor de muchos años productivos con una sequía histórica. En soja caímos un 75% de acopio y en maíz un 50%, y estas comparaciones son contra un 2022 que ya no fue bueno. En global de acopio caímos un 40%, pero las ventas de los productores solo cayeron un 17% porque tenían granos en stock. Esto significó que compramos más de lo que acopiamos, o sea, lo operado no cayera tanto como lo físico y atenúe un poco la retracción.
Tuvimos que asistir a los productores para la siembra de esta campaña, pero no a tantos como nos imaginábamos, ya que con los buenos resultados del trigo del año anterior compensaron un poco las pérdidas en soja y maíz. Y en nuestra zona específica, la avicultura del huevo tuvo un muy buen semestre y ayudó a los productores para que puedan sembrar nuevamente. Otro factor que ayudó para sembrar el trigo fue la baja de los insumos (el año pasado con la guerra de Rusia-Ucrania recién comenzada). Por todo eso, la financiación a productores fue inferior al año pasado.
La siembra de maíz se demoró y solo se hizo una cantidad similar al último año, a pesar de que se esperaba un número superior. Y en soja, todavía falta un poco de humedad y está demorada también. La provisión de insumos tampoco fue normal. Faltó fertilizante por todos los problemas con las SIRA y el ingreso al país de los productos. En definitiva, el año agrícola fue malo.
El resto de las actividades de la cooperativa, el supermercado tuvo un muy buen año con crecimiento por encima de la inflación y esto se explica en que la gente fue buscando cómo defenderse de la inflación. En el caso del corralón y planta de hormigón se creció, pero por debajo de la inflación y la explicación en que en ese rubro hubo problemas con faltantes de insumos y restricciones. Principalmente después de las PASO no hubo precios, ni listas, se quitaron descuentos en todo lo que sea metálico (chapa, hierro, perfiles); en esos rubros el primer semestre fue bueno, pero en el segundo estuvo la demanda, pero no la mercadería.
La fábrica de alimentos balanceados sufrió la sequía. Cuando eso pasó, la demanda fue muy alta y podríamos haber conseguido clientes nuevos, pero solo teníamos productos para priorizar a los habituales. También tuvo restricciones en conseguir los micro ingredientes que son importados.
En combustibles fue un año raro. En las estaciones de servicio de bandera los precios estaban controlados, pero con restricciones en la entrega. Y en las estaciones sin bandera en las que compramos combustibles a nivel mayorista, el precio es libre. Ahí, en algunos momentos, hubo un 25% superior de diferencia en el mismo.
Los cambios que propone el nuevo gobierno todavía no están definidos. Igual, con lo que se está hablando, creo que será un gran problema en todos los sectores de consumo, en los que impactará directamente en el consumo por la caída del poder adquisitivo. Seguro estos sectores no crecerán como lo hicieron este año. La contracara se puede dar a partir de lo que estamos viendo con el clima, con una buena cosecha y el agro revierta lo que sucedió en el año anterior. Cuando al productor le va bien hay más consumo de combustible, invierte en el corralón y en el resto de las actividades de la cooperativa.
A nivel global nuestro, y si logramos tener buenos resultados en el campo, pese a los ajustes que se puedan producir, puede ser un buen año. Más del 60% de nuestra evolución son cereales, insumos y servicios para el agro, y sin contar combustible ni fábrica de alimentos. El agro representa el 75% de nuestros ingresos, y eso tracciona al resto de las áreas. Por eso puede ser un buen año el 2024.
Hace más de un año que estamos manteniendo el nivel de empleados entre los 630 aproximadamente, con subas y bajas que tienen que ver con reemplazo de jubilaciones más que ampliaciones. Las inversiones que estamos haciendo son las habituales y normales en diferentes sucursales, pero nada de gran envergadura. La sequía y la situación económica han pausado todos los proyectos.
La gran preocupación es cómo se va a contener todo ese ajuste que es necesario y cómo se atravesarán los primeros seis meses de 2024.
Entre Ríos tiene que adherir al mensaje de política de austeridad que está bajando de Nación. El gasto público es demasiado grande en nuestra provincia. Después, hay temas que está pidiendo el campo hace más de 20 años y nunca se ha podido avanzar: infraestructura en caminos rurales, conectividad y calidad de la energía, porque nos encontramos con restricciones estructurales para avanzar con inversiones en el campo y no aprovechamos el potencial que existe en la provincia.