Noemí Dellizzotti, vicepresidenta de Molinos San José
Estrella del Paraná es la marca de las pastas secas que elabora la empresa, cuya actividad comienza con el acopio de trigo para la producción de harina.
No fue un mal año. Trabajamos con mucho stock de materia prima que es la harina y se revaloriza en la producción de pastas secas. Es un producto de venta masiva con el cual trabajamos con cierta regularidad, pero con márgenes acotados por la intervención del gobierno que en forma permanente nos pone precios límites sin tener en consideración los costos que tenemos las empresas, por lo que ha sido un año un poco más complicado.
Seguimos con inversiones en lo que podemos. Lamentablemente, el gran faltante de dólares en el país, ha frenado las importaciones y eso nos afectó en una inversión importante para una línea de producción completa que tuvimos que frenarla y esperar, porque no podemos arriesgarnos a que no puedan salir los pagos cuando corresponde. Somos muy cumplidores de nuestras obligaciones, y cuando depende tanto del Gobierno se hace difícil, por lo que preferimos suspender por ahora. Actualmente tenemos una línea completa instalada para fideos tipo guiseros y soperos, pero en Italia están terminadas las empacadoras y enfardadoras automáticas y no podemos traerlas. Faltan las autorizaciones de importación que hace Argentina para terminar con los desembolsos que hay que hacer y traerlas. Ya pagamos todos los anticipos. Pedimos a Italia que nos esperen hasta marzo, a ver si logramos las autorizaciones en el medio.
Cuando pasan estas cosas uno se desanima y se preocupa mucho. Nos preocupa mucho el futuro del país. Se necesitan cambios y no solo en lo económico. Necesitamos seguridad, física y jurídica; también previsibilidad, no se puede cambiar las reglas y normas a cada rato, porque ni siquiera nos dejan cumplir con nuestros compromisos. De todas maneras, esto es un afín de ser empresario en Argentina. Y cuando digo “empresario” me refiero a todo el espectro, desde el micro emprendedor hasta quien tiene más de 1.000 personas a cargo. Todos por igual tienen una fibra interna que dice que “no se puede parar”, “hay que seguir” y “hay que hacerlo”. No creo que haya muchas empresas que bajen los brazos. Nos enojamos, rezongamos, pero siempre tiramos para adelante y sabemos que es la única manera de que el país pueda crecer y la gente tenga trabajo. La salida se resume en tener educación y tener trabajo. Eso nos da dignidad y visión de futuro, que es lo que más necesitamos.
Hemos tomado jóvenes profesionales con estudios avanzados buscando jerarquizar más algunas áreas técnicas de la empresa, pensando en la mejora de procesos y productos. Ya somos más de 70 personas y el crecimiento este año ha sido de alrededor del 5%.
En 2023 me preocupa la economía del país y de los empleados. Todos necesitamos un poco de estabilidad y reglas claras. Me preocupa ver tanta gente sin trabajar desde hace tantos años. Y me preocupa que la educación no sea una prioridad para el Gobierno, no hay otra manera de sacar este país adelante, es solo con la educación a la cabeza.
Para las empresas que tenemos varios años y que estamos estables creo que, de una u otra manera, seguiremos trabajando. Estamos acostumbrados al sube y baja de Argentina. Predecir lo que sucederá en 2023 dependerá de las medidas que tome y encare el gobierno. La situación será el año que tendremos. Si es por esperanza y optimismo, creemos que será un año de 8 puntos.