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Editorial

Motosierra

Parece un Deja Vu. Porque esta revista y su nota principal, ya la publicamos en octubre de 2020. Cuando la motosierra no era el ícono distintivo del Gobierno de Javier Milei, quien ni siquiera en ese momento se sospechaba que podía ser presidente. 

Pero esa nota refleja claramente lo que está sucediendo hoy. Todas las inequidades que tiene “el Estado presente” y los beneficios y privilegios que ha arrastrado por décadas y que empobrecieron a todo un país.

Una motosierra es violenta. No hay duda. Pero también son violentos los privilegios que se ha autoimpuesto el Estado en todos sus estamentos.

Desde jueces “enganchados” a sueldos nacionales que arrastraron a ingresos astronómicos a todo el Poder Judicial, para la realidad empobrecida de Entre Ríos. O un Consejo de Educación que autoriza y reemplaza un 15% de licencias mensuales, a costos millonarios para la provincia, cuando en el sector semipúblico o privado no llegan al 3%; o el ex intendente de Paraná, después de hacer renunciar al Senador electo de Paraná para que asuma su mujer en el cargo, acusa de “persecución política” a quienes dieron de baja el contrato de su hijo nombrado el año anterior en la Cámara de Diputados, sin ninguna función específica.

El abuso de poder que ha habido en el manejo del Estado es mucho más violento que la figura de una motosierra.

Y todavía no se ha tomado la suficiente nota en Entre Ríos. El Poder Judicial sigue siendo sordo, ciego y mudo. Parecen (¿o son?) cómplices necesarios. Lo poco que ven, lo patean para adelante. Se necesita una definición en la condena del ex Gobernador Sergio Urribarri y que avance la causa “Contratos Truchos” de la Legislatura. Fueron 52 millones de dólares hasta 2015. ¿Y después? Porque las partidas de esos contratos siguieron erogándose.

Si no hay culpables, si no hay castigo a los corruptos y ladrones, no es factible ni un país ni una provincia justa.

El problema es que, para demandar, hay que empezar a mirar el ombligo propio; y es un ejercicio que no estamos acostumbrados a realizar.

Discursivamente, el gobernador Rogelio Frigerio comenzó y quiere ese camino. Solo van tres meses de gestión. Pero se necesitan hechos claros y urgentes. Y denuncias en la justicia, con nombres y apellidos.

Si verdaderamente “se redujeron un 50% los cargos políticos”, entonces todavía quedan muchos más por recortar. Porque el nombramiento de ineptos y familiares, no ha parado. Incluso en cargos de alto perfil. Se han pagado muchos “favores políticos”. Tiene que volver el “Ceremonial de Entre Ríos”, para transparentar a cada funcionario en su cargo. Y tiene que haber EFICIENCIA en la gestión.

No tengo dudas que en Entre Ríos la motosierra todavía tiene un largo camino por recorrer. Y debe hacerse.

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