La Administradora Tributaria de Entre Ríos lleva una década cazando en el zoológico. La tendencia que se venía observando en los últimos años terminó de consolidarse y el único tributo que lleva dinero a las arcas provinciales es, precisamente, uno que debería ya estar eliminado y es el más distorsivo de todos: Ingresos Brutos.

Los números hablan por sí solos. La recaudación total de ATER durante el año 2023 fue de $212.466,4 millones, lo que significa un incremento interanual del 115%. De ese total, el 76% corresponde a lo recaudado a través del impuesto a los Ingresos Brutos, que sumó un total de $159.209,0 millones; el segundo en importancia es el impuesto inmobiliario, que solo representó el 9% de la recaudación total con $18.803 millones. Lo siguió el impuesto automotor con el 8% del total y $15.969 millones y un poco menos el impuesto a los sellos con el 7% del total.

Cabe destacar que, hasta no hace mucho tiempo atrás, la participación del impuesto inmobiliario se ubicaba siempre con el 20% de participación total (año 2016), e incluso en 2012 llegó a representar el 27% del total de la recaudación.

A lo que nunca pudimos acceder, a pesar de haber hecho los pedidos de Acceso a la Información correspondiente años anteriores, es cuántas partidas existen en Entre Ríos, tanto del impuesto inmobiliario urbano como del rural y, con esta información, determinar cuánto es la cantidad que está pagando y qué pasa con el cumplimiento de los deberes impositivos. De esta manera, solo podemos ver recaudación y no eficiencia ni la base tributaria que tiene la provincia.