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50 años promoviendo el arroz

El viernes 2 de febrero pasado, la Cooperativa de Comercialización y Transformación Arroceros Villa Elisa llevó adelante un acto frente a la planta industrial para celebrar los 50 años de su constitución, hecho ocurrido el 29 de enero de 1974.

Reunidos en torno al monumento que simboliza la inteligencia, la fuerza y la voluntad unidas en pos del progreso, se evocó y reconoció la obra iniciada por un grupo de agricultores de la zona, quienes supieron unirse ante las dificultades que enfrentaban. Uno de los momentos más emotivos fue el descubrimiento de una placa en el lugar, que unió a los actuales integrantes del Consejo de Administración, a Elbio Álvarez como uno de los socios fundadores y a Henry Treboux, el primer presidente.

El actual presidente del Consejo, Claudio Francou, dio la bienvenida al acto oficial repasando los momentos más significativos de este medio siglo de trayectoria institucional. “La esencia de la Cooperativa desde su nacimiento, ha sido el coraje, el esfuerzo, el tesón y el ánimo de cambiar las cosas, como lo realizaron aquellos pioneros con más ganas que recursos, haciendo primar el bien común y el instinto de supervivencia por sobre las diferencias individuales”, destacó en su mensaje.

Respecto a la vigencia del sistema asociativo que rige a la entidad, sostuvo que “las cooperativas son empresas que participan, funcionan y compiten con el resto del mercado, con la obligación de ser efectivas en el cumplimiento de los objetivos y el servicio que brinda, haciendo el esfuerzo de ser sustentables”.

En esa senda, el dirigente destacó el “salto cuantitativo” dado por la entidad a partir del nuevo milenio: “En base a nuestra calidad productiva e industrial, obtuvimos la certificación de las normas BPM Hazard, ISO 9001 y 22000, que nos colocaron diferencialmente en el mercado, tanto nacional como internacional”.

“Se siente un gran orgullo cuando salimos de viaje por la Argentina y, en un supermercado, nos encontramos con un paquete de Arroz Noble de la Cooperativa, que hoy nos posiciona en las góndolas al nivel de productos Premium, porque sólo quienes pertenecemos a esta familia sabemos cuánto costó que esté allí”, manifestó. “O que cuando nos acercan una planilla estadística nos encontremos permanentemente entre los cinco mayores exportadores de arroz al mundo”, marcó luego, siendo en la actualidad la cooperativa arrocera “más joven de Entre Ríos”.

Un poco de historia

En el galpón de uno de los fundadores tuvieron lugar las primeras charlas para construir una institución que, hasta los principios de la década de 1970, solo estaba en la imaginación de unos pocos. Impulsados por las dificultades de la época para comercializar la producción, e inspirados por el espíritu de lucha y los anhelos cooperativos se abocaron a la tarea de sumar adherentes a la nueva idea.

Poco a poco, personas y entidades de la ciudad y la región, comenzaron a apoyar decididamente la iniciativa. La repercusión de la idea fue creciendo y fortaleció el ánimo de quienes impulsaron La Cooperativa, que finalmente nació el 29 de enero de 1974.

Hoy, con sus 50 años cumplidos, la Cooperativa Arroceros de Villa Elisa cuenta con más de 150 socios activos produciendo y un equipo de trabajo integrado por más de 100 personas en forma directa.

La producción actual

La planta industrial que se encuentra al ingreso a la ciudad Villa Elisa, Entre Ríos, transforma el arroz cáscara en alimentos de calidad.

El molino realiza el descascarado de arroz, pulido y separación de los granos enteros. En ese mismo lugar se produce el acopio de arroz cáscara de socios, entregadores y producción propia. Con esta materia prima se elabora arroz pulido al agua y brillado, de acuerdo a los requerimientos de los diferentes mercados. Los productos se entregan envasados en paquetes de 1 o 5 Kg. a granel, en bolsas de 25 o 50 Kg. en big bags de 1200 o 1300 Kg. para el mercado internacional y en paquetes de 1/2, 1 y 5 Kg. para el mercado argentino, con la marca emblema de Arroz Noble.

En el predio industrial funciona también la fábrica de alimentos balanceados con diferentes formulaciones bajo la marca Nutricoop, y está diseñado para el engorde y terminación de terneros, novillos, vacas lecheras y feed lots.

 La Cooperativa trabaja permanentemente en la apertura de nuevos mercados a través de la gestión cotidiana, de la participación en rondas de negocios y con su trabajo con organismos tales como la Fundación Exportar, Secretaría de la Producción de la provincia de Entre Ríos o la Unión Industrial de Entre Ríos.

Desde los inicios, la Cooperativa Arroceros de Villa Elisa tuvo una vocación exportadora, con la que se fueron incorporando numerosos destinos de diferentes continentes. Países como Brasil, Chile, Bolivia, Perú, Haití, España, Reino Unido, Bélgica, Albania, Senegal, Sudáfrica, Turquía o Irak se encuentran entre los principales destinos. La empresa está convencida de que hay que producir lo que el mundo desea consumir, por tanto, la exploración de mercados alternativos y nichos especiales son parte de sus objetivos fundamentales.

Cosecha y necesidad de inversiones

Ya en marzo y con la cosecha retrasada un par de semanas, el sector se encuentra en un estado de optimismo en cuanto a la cantidad, calidad y precios que puede tener el arroz en esta campaña.

El presidente de La Cooperativa Arroceros de Villa Elisa sabe esto y pide por políticas de largo plazo. “Hay optimismo y creemos que están dadas las condiciones para incrementar el área el año próximo. Pero es fundamental que tengamos políticas a largo plazo claras. Los argentinos nos acostumbramos a vivir cambios vertiginosos que en muy poco tiempo pasábamos de un lado para otro y esto no puede seguir así. Asimismo, hay un desafío con el recambio generacional que se está produciendo. Y el sector cooperativo también tiene un desafío en ese contexto. Ahora, lo que tenemos claro, es que el crecimiento pasa por más valor agregado y no tanto por mayor producción. Hace unos años incorporamos la harina de arroz con una gran penetración en el mercado, pero necesitamos sumar inversiones para elaborar nuestros propios snacks o galletas. Y para eso es necesario que el sector financiero vuelva a trabajar con las empresas. El crédito productivo es determinante. Lo hemos visto en otras crisis anteriores. Cuando el sistema político se organiza y brinda previsibilidad, el sistema financiero mira y apoya a la producción”.

Por último, Claudio Francou analiza los cambios de los últimos meses y hace referencia a lo que todavía no se ha escuchado claramente: “Apoyamos la necesidad de emprolijar el estado, pero la incógnita es cómo lograrlo con la gente adentro. No sabemos cómo se hace, pero estamos convencidos de que es el camino. Ahora, todavía no se ha hablado de producción ni en el gobierno nacional ni en el provincial. Y cómo haremos para producir con el sector financiero incluido. Si se logra el equilibrio fiscal y un sistema financiero apoyando en serio a la producción, no dudo que Argentina no tiene techo para crecer”.

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