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Casta Vernácula

"El estado es mío"

Los políticos -de todos los órdenes y partidos- que se acostumbraron a vivir de las arcas del Estado, han terminado creyendo que los bienes que usan les pertenecen. Que tienen derechos por sobre el resto de los mortales, pero sus obligaciones son mínimas. El caso de los autos desnuda la desidia y el apropiamiento generalizado que ha sufrido la provincia y el país, por parte de lo que hoy nombramos como “la casta”.

M.O
F00 santiago pidone

Por Martin Oleinizak y Santiago Pidone

Todo comenzó el 29 de diciembre de 2023 con el Decreto 280 del Gobierno de Entre Ríos, en el cual el gobernador Rogelio Frigerio pidió a cada área de gobierno que realice un censo de sus vehículos a cargo, determine cuáles serían indispensables para su funcionamiento y el resto sean puestos a disposición del Poder Ejecutivo.

Esa medida fue patear un avispero. Y sucedió de todo. Desde falta de información o autos que disponía una repartición, pero los utilizaba otra, vehículos que se querían disponer para traslados a sus domicilios de los nuevos funcionarios y hasta un número importante que no apareció en los primeros días.

Para la elaboración de este informe solicitamos la lista completa de vehículos, con patente, repartición y responsable a la que pertenece y quién lo devolvió, pero no pudimos acceder a esa información.

Lo cierto es que algunos autos fueron apareciendo y se comenzaba a cruzar con una lista por parte del Estado para determinar la existencia que debería tener cada organismo.

El primer día de febrero, el gobierno reunió todos los vehículos recuperados en el predio de la Escuela de Policía y el gobernador Rogelio Frigerio dijo en su discurso que “esta decisión desnudó dos problemáticas de los últimos gobiernos. Por un lado, la falta de austeridad y el descaro de decenas y decenas de funcionarios que hacían lo que querían con los recursos de todos” afirmó, para luego agregar que “por otro lado, en el camino nos encontramos con autos que no estaban siendo usados, otros a los que les falta mantenimiento y otros completamente inutilizables, fuera de servicio”.

Pero no habían aparecido todos. “El desorden es tan grande que en muchas áreas figuran autos oficiales, pero éstos, llamativamente, no aparecen. Como siempre, la oscuridad favorece la viveza de algunos”, sentenció el gobernador en el acto.

Al día siguiente se informó que si en los próximos días no aparecían los vehículos que restaban, se haría la denuncia penal. Faltaba poco para la apertura de sesiones y, entre los autos que faltaban, se encontraban, entre otros, los que tenía a disposición el ex gobernador Gustavo Bordet y su esposa Mariel Ávila, la actual diputada provincial por el PJ, electa en las últimas elecciones en los primeros lugares de la boleta sábana de ese partido.

Misteriosamente esos dos autos aparecieron, uno en una cochera privada y el otro durante una madrugada, cuando una persona “desconocida” entregó las llaves a la custodia de la Casa de Gobierno. La misma aparición fantasmagórica durante otra madrugada se dio con tres vehículos del IAPV, en la sede de Concordia.

Estos son los casos más relevantes, pero hubo (hay) de todo. ¿Qué habrá pasado en traspasos de gestión anteriores, cuando el recambio era del mismo color? Porque está confirmado que intendentes usaron vehículos del Senado; o funcionarios que se apropiaron vehículos de ENERSA. Y la lista puede seguir en el enorme tamaño del Estado. Y su escaso o nulo control, como veremos.

Porque no es solo usar el vehículo. Es tener el seguro, el combustible y los viáticos pagos con los impuestos que tributamos todos. Y nos consta, que se ha llegado al caso de pagar viáticos de motos particulares de alta cilindrada en viajes de fin de semana por lugares inhóspitos del país. Difícil entender la representación oficial de estos vehículos, en esos lugares y en esos días.

¿Cómo se controlan los bienes del Estado?

El SIAF (Sistema Integrado de Administración Financiera) es el sistema con el que cuenta la provincia donde deben figurar todos los bienes del Estado y su situación. Pero tiene un desorden tan grande y desactualizado que hay que hacer pericias muy finas para determinar si el bien existe, fue vendido o dado de baja.

Ahora bien, ¿se sabe cuántos vehículos tiene el estado provincial en todas sus reparticiones?

Según lo que publica la Cuenta General del Ejercicio 2022 (última publicación disponible en julio de 2023), en su Anexo II se detalla que el estado provincial contaba con 7.227 vehículos y medios de transporte. Esto incluye desde automóviles, camionetas y motos hasta embarcaciones, maquinaria vial y helicópteros.

Algo llamativo es la antigüedad que tiene gran parte de esta flota. El 29% de la misma es anterior a 1990, el 35% son elementos que datan de entre los años 1990 y 2000 y solo el 18% de la flota es de entre 2014 y 2022.

Sin orden ni gestión

La antigüedad de la flota es llamativa, pero resulta más llamativa cuando desde el mismo Poder Ejecutivo reconocen que hay al menos 19 vehículos que todavía se están tratando de localizar o saber qué fue de ellos y que presumen que 10 de estos son vehículos que deberían haber sido dados de baja. Entre ellos, hay como dato de color dos Renault 12, tres Peugeot 504 y un Ford Falcon, todos vehículos pertenecientes al Ministerio de Desarrollo Económico.

Esta situación parece no ser una excepción. Si miramos la flota de otro de los poderes del Estado entrerriano, la Cámara de Diputados por ejemplo tenía 15 vehículos, casi uno cada dos diputados. Aquí también aparecen dos Renault 12 modelos 1992, un Ford Galaxy del mismo año y un Volkswagen Golf del año 1999. ¿Existen hoy esos vehículos? ¿Para qué se los utiliza? ¿Necesita la Cámara de Diputados semejante cantidad de vehículos para “su gestión”? En el Senado la situación es similar. ¿Y el Poder Judicial? Posee 65 autos y algunos se los puede ver con sus choferes buscando a jueces del Superior Tribunal que viven a solo tres cuadras de las oficinas.

Ninguno de estos dos poderes tomó nota de lo que está pasando y lejos quedan de los reclamos de la sociedad en la demanda a gritos para que se terminen los privilegios. Justamente, los dos poderes que más privilegios poseen para su funcionamiento.

En definitiva, ¿qué se puede presumir de toda esta información? Que tanto al personal de planta como al personal político poco le ha importado en muchas reparticiones hacer un correcto control del patrimonio de todos los entrerrianos.

Miles de botones de muestra

Era mediados del 2022 cuando se realizó un acto que reunió empresas y sector público en el Parque Industrial de Paraná. El objetivo era casi ridículo y el tiempo demostró que era solo un acto pre electoral de la vicegobernadora. En una gran mesa se sentaron los convocados. Eran aproximadamente unos 60. Solamente un tercio eran representantes del sector privado; el resto, funcionarios de diferentes niveles; municipio, provincia y también algunos legisladores. Además, una treintena de personas que circundaban alrededor de la mesa. Claramente se podía identificar que tenían funciones relacionadas a la prensa de cada uno de los funcionarios. Afuera los esperaban autos con impacientes choferes, algunos al sol del invierno otros dentro de los vehículos en marcha. La política se fue temprano y rápido -después de la foto, por supuesto- quedando el estacionamiento desierto.

Otro ejemplo, la camioneta de la Fiscalía de Estado que siguió usando el ex intendente de Paraná Adan Bahl para todas sus diligencias durante su gestión; el cúmulo de multas que los vehículos oficiales coleccionan en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires; o hasta una foto multa que tiene un vehículo del Servicio Penitenciario un sábado de diciembre de 2022 presuntamente haciendo una mudanza.

“El Estado es mío” no es de ahora. Cuando José Cáceres fue vicegobernador, en la gestión de Sergio Urribarri, la Vicegobernación puso a disposición una Mercedes Benz Sprinter con 21 asientos para acompañar al Club Atlético Paraná en su participación en el Torneo Nacional B de fútbol. Cáceres era el presidente del Club Paraná. En esa camioneta, subían periodistas, dirigentes e invitados a esos viajes por todo el país. ¿Esa es la función de los vehículos del Estado? ¿Para eso adquirió el Senado esa camioneta? ¿Los periodistas que viajaban, no se cuestionaban nada?

Entre los medios de transporte del Estado se encuentran helicópteros que son de la policía, pero que principalmente están a disposición del gobernador de turno. Tanto Urribarri como Bordet lo usaron como su principal vehículo de movilidad dentro de la provincia. Claro, transitar las rutas entrerrianas conlleva un serio riesgo de accidentes. Es entendible. ¿Rogelio Frigerio seguirá con la misma tesitura? Hasta el momento, el uso del helicóptero se justifica “por la falta de tiempo y las grandes distancias”. El tema es que el costo de hacerlo de esa manera ya no es compatible con las eximias cuentas públicas y la frase que se ha vuelto una realidad: “no hay plata”.

¿Habrá una política para los autos ahora?

El tema no puede quedar en una medida de verano que buscó un alto impacto público y desnudó la desidia de los funcionarios y agentes del Estado. Se abren interrogantes que el nuevo gobierno deberá responder no solo con gestos y fotos, sino con acciones concretas de gestión y control a lo largo de los próximos 4 años.

¿Qué uso se les daba y cuál es el que se les seguirá dando? ¿Cuántos vehículos tiene realmente operativos la provincia? ¿Cómo se controlará su uso? ¿Serán identificados claramente todos los vehículos y a qué repartición corresponden?

Y en el resto de los medios de transporte que pertenecen a la provincia, los camiones y máquinas viales, ¿seguirán haciendo trabajos “particulares” en horas de la tarde sin control? ¿Qué pasará con el helicóptero?

Porque no solo son los privilegios de la política, son también los privilegios de un sistema estatal que se ha perpetuado y no se parece en nada a la vida del resto de los entrerrianos.

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