El espacio del comedor suele marcar el tono de una vivienda. La comensalidad, entendida como la práctica de compartir una comida con otros, es una antigua costumbre que atraviesa todas las civilizaciones.
En la arquitectura actual, se observan comedores más formales, pensados para recibir invitados, o más informales, para comidas cotidianas. Otros apuestan a la versatilidad para cumplir con ambas funciones. Lo que sí se repite en casi todos los proyectos son su cercanía espacial con la cocina y su integración, como dos sectores que no pueden funcionar sin la presencia del otro.