Juan Pablo Cerini, gerente comercial de El Hinojo
El Hinojo, Victoria y Paraná – Empresa agropecuaria que transforma los granos con producción de cerdos con una cadena de carnicerías bajo la marca “La Porca”
BALANCE 2024
PERSPECTIVAS 2025
Este año fue especialmente duro para nosotros, marcado por un primer semestre complejo en todos los frentes. En la parte agrícola, sufrimos un fuerte impacto de la chicharrita en el maíz, mientras que en la producción porcina enfrentamos grandes quebrantos debido a cambios macroeconómicos y la depresión del mercado interno. La rentabilidad fue negativa en ese período, y además enfrentamos dificultades para colocar los animales, un problema crítico en producciones intensivas. Sin embargo, nuestra estructura diversificada, que incluye la comercialización de carne en sucursales y venta de medias reses, nos permitió amortiguar en parte estas dificultades. A partir de julio, el mercado de cerdos empezó a recuperarse, con la reactivación de la industria chacinadora y un contexto más favorable. De igual manera, nunca tuvimos un primer semestre completamente negativo como lo fue.
En términos de hitos, tuvimos la apertura de un nuevo local en Santa Fe para la comercialización de carne. Esto no solo implicó expandir nuestro alcance geográfico, sino también preparar al equipo para enfrentar el desafío logístico que supone esta operación. En el ámbito agrícola, continuamos expandiéndonos en distintas zonas, reduciendo riesgos a través de la zonificación y trabajando con socios estratégicos que aportan insumos y capital. Estas decisiones de zonificación son claves en una industria tan dependiente del clima y la escala.
Siempre la incertidumbre es altísima y estamos acostumbrados a bailar con esa música. Hoy la expectativa es que se sostengan los cambios. Da la sensación de que sería muy bueno atravesar todo el 2025 con una inflación menor al 30%, desde dónde venimos, es excelente. Sería bueno también que aparezca financiamiento para dinamizar la producción… al menos hasta que lleguen las reformas estructurales que le den competitividad a la macroeconomía.
¿Si tenemos amenazas? Sí, pero siempre las tuvimos; ¿Somos competitivos? Sí, somos muy buenos produciendo carne. La diferencia con nuestro principal competidor que es Brasil es la escala y la cantidad de mercados que ellos tienen abiertos, y eso es un gran diferencial a la hora de analizar la cadena. Ellos pueden colocar un montón de productos en una gran cantidad de países que nosotros estamos imposibilitados por la falta de convenios sanitarios. Pero es una constante de siempre este contexto. ¿Pueden ingresar esos productos al país por el atraso cambiario? Sí, pero la gente está acostumbrada a la calidad y a comprar el “fresco” antes del congelado, además de los negocios de cercanía que ayudan a nuestros productos.
Comenzamos a utilizar inteligencia artificial en la parte administrativa, con una herramienta para el procesamiento de facturas. Y en agricultura de precisión estamos haciendo las primeras pruebas.
Mirando hacia el futuro, tengo buenas expectativas para 2025. Desde el agro, la cosecha fina cumplió con las expectativas presupuestadas y cerramos el año con rentabilidad positiva en la producción porcina. En carnicería, estamos estabilizados y con un buen equipo para crecer. Sin embargo, siempre existen preocupaciones, principalmente el clima, que sigue siendo un factor determinante en nuestras operaciones. Además, los cambios abruptos en la macroeconomía pueden generar turbulencias que paralicen proyectos y nos quiten el foco.
A nivel operativo, la transición hacia un modelo económico más estable y competitivo presenta desafíos. Todas las transiciones son difíciles. Aunque este nuevo escenario nos impulsa a ser más eficientes, los desajustes macroeconómicos no desaparecen de un día para el otro y se requiere un empalme adecuado entre el modelo anterior y el actual para minimizar el impacto.
Creemos que el próximo año será bueno, pero si el clima acompaña, seguramente será muy bueno… La clave estará en aprovechar las oportunidades de crecimiento, continuar mejorando nuestra eficiencia y adaptarnos al nuevo contexto económico con expectativas positivas.