Adrián Tournour, Presidente de Fadel SA
FAdel es una empresa dedicada a la cría y venta de pollos parrilleros y porcinos.
En nuestro caso debemos dividir el año en dos partes: un primer semestre razonable con buen nivel productivo y algo de rentabilidad; luego, en el segundo semestre, la llegada de Massa y los Dólar Soja 1 y Dólar Soja 2 nos impactó en los costos no sólo de la soja sino también del maíz.
Ha sido un año muy difícil para la importación de equipos y de máquinas. Eso genera mucha incertidumbre y da poca previsibilidad. Nos lleva a invertir mucho tiempo en burocracia y perdemos productividad. Estábamos poniendo en marcha la planta para procesar subproductos (plumas, vísceras y sangre) y eso nos dio muchísimo trabajo, con distintas piedras en el camino.
Comercialmente tuvimos un buen primer semestre, cuando la carne roja estaba más cara y la gente se volcaba al pollo. Ahora, estamos en otro escenario, donde estos dos precios se equipararon mucho, producto de la inflación.
Estamos conformes con el esfuerzo que hizo todo el personal para ir sorteando los problemas que nos presentaba la coyuntura. Incorporamos algunas personas, puntualmente en la nueva planta que pusimos en marcha. En la actualidad, en todos los procesos productivos, FADEL tiene unas 570 personas, con un crecimiento anual del 10%.
El espíritu emprendedor es muy cambiante en este país. Hay momentos en que uno se desanima, pero cuando se piensa en que tenemos que pagar muchos jornales nos vuelven las ganas en seguida. Este año participamos por primera vez de un evento internacional del sector y allí escuchamos buenas devoluciones sobre los productos y servicios de FADEL. Eso nos motiva mucho.
Nosotros estamos construyendo galpones de última tecnología con recursos propios. Eso es una inversión muy grande y para el año que viene aumentaremos la capacidad de frío en la planta de faena, con el objetivo que cuando el escenario sea más razonable para las exportaciones podamos estar ahí.
Entre Ríos tiene la particularidad que los costos de la energía son altos comparados con otras provincias, los caminos de la zona tienen escaso mantenimiento y la sequía suma una preocupación muy alta, tanto para los productores como para nosotros que compramos esos granos. Otro desafío es mantener bien arriba el ánimo de nuestros trabajadores ya que somos conscientes que ellos día a día pierden poder de compra en sus salarios.
Para el 2023 esperamos mantener la producción actual, pero con mucha incertidumbre. Estamos cambiando la matriz energética, con calderas a gas que serán a biomasa. En los galpones de pollo también estamos migrando a esa fuente de energía, para poder ser más sustentables.