Hace años que venimos creciendo a partir de incorporar mercados nuevos y en este 2023 seguimos por ese camino, sumando, además, leche chocolatada y manteca como nuevos productos. Históricamente en Buenos Aires fuimos conocidos en el sector gastronómico, pero después de la pandemia pudimos llegar también a los hogares, y ahí es donde más estamos creciendo con yogures, postres, leches y el resto de nuestra producción. Seguimos con las inversiones y estamos terminando una cámara de frío inteligente que se complementa a los robots de finales de línea, lo que nos permitirá despachar los productos que primero se elaboraron.

La otra inversión importante que encaramos este 2023 es un tambo propio de la familia, que será uno de los más modernos en la provincia. Creemos que la lechería tiene que mejorar y, si queremos dar un salto de crecimiento, es necesario el tambo propio para más elaboración por hectárea y eficientizar al máximo esa parte. El objetivo final son 1.500 vacas en ordeñe para finales de 2024, pero el comienzo será de unas 500 vacas para mediados de 2024.

En cuanto a mercados este año demostramos lo importante que es bajar las retenciones. Con 9 puntos menos en leche en polvo y 4.5 puntos para los quesos pudimos volver a exportar leche en polvo a Brasil y Colombia. No fue mucho, pero demuestra lo que impactan estos impuestos en la posibilidad de generar negocios en el exterior.

Hoy todavía no está en claro cuál será la política industrial que tendrá el nuevo gobierno. Porque una cosa es la cuestión financiera, pero otra totalmente distinta es el entramado de las pymes del interior del país. No sé si esto se está teniendo en cuenta y si seremos parte de este nuevo país. Nosotros tenemos un excelente equipo de gente con muy buenos productos y estamos preparados para competir. Si las condiciones de competencias son las mismas, al abrir un mercado y tenemos los mismos costos, no tenemos problemas ni miedo a competir. El tema es si llega a haber una distorsión en que los productos vengan con otros costos y no podamos competir. Hoy, hay más incertidumbre por no saber cuáles son las nuevas reglas de juego. Incluso hasta podríamos crecer un 10% en personal el año que viene.

Seguramente sabemos que en 2024 caerá la demanda en una primera etapa. Por eso será un año de un gran desafío donde debemos ser muy creativos. Está claro que como estamos no podemos seguir, porque estamos muy mal, así que tendremos que ver cómo nos adaptamos a lo que se viene.

La preocupación principal es la inflación y el tema social. Cómo impactará en la gente y lo que pase en “la calle” con eso. Y lo otro es qué significa la “liberación de todo”. Cuáles serán los precios de los cereales y los granos para que el tambero pueda seguir produciendo y la industria pueda pagar el precio que necesita.

En estos cambios empezamos a prepararnos para exportar quesos. Siempre dijimos que lo íbamos a hacer, pero nunca lo encaramos en serio. Con esta política que viene nos pusimos a prepararnos para lograrlo en 2024.

Entre Ríos necesita fundamentalmente infraestructura, tanto de caminos como de energía que permitan seguir produciendo. Además, fomentar y desarrollar más la educación técnica.