El año ha sido difícil frente a un contexto económico conocido por todos. Pese a ello lo atravesamos con mucha valentía, continuando con las inversiones planificadas para concluir nuestro desafío actual que es la ampliación de Cobise, en Conscripto Bernardi. Creo que es un gran logro, ya que en estas situaciones económicas complejas se suelen paralizar los proyectos. En nuestro caso cumplimos con todas nuestras obligaciones, seguimos perfeccionándonos para dar el mayor servicio a nuestros clientes y pudimos continuar con los proyectos de ampliación.

En el caso de la avicultura de huevo, ha sido un sector que no detuvo el crecimiento y las inversiones continuaron durante 2023, lo que impulsó a que los volúmenes comercializados nuestros estuvieran similares a levemente superiores a los del año anterior.

La gripe aviar nos hizo tomar mayor conciencia sobre el tema de bioseguridad y agudizar todas las medidas preventivas, tanto en nuestras instalaciones como ayudando y asistiendo a nuestros clientes. Uno de los focos estuvo muy cerca de nuestras instalaciones y rápidamente nos pusimos a disposición para ayudar a subsanar el grave problema.          

Lógicamente, el cambio de gobierno trae aparejada nuevas medidas y nuevas líneas políticas económicas. Esas acciones gubernamentales afectan la vida de los habitantes del país, ya sean empleados, comerciantes, industriales o empresarios. Cada medida que impulsa la nueva gestión es rápidamente analizada en conjunto con la dirección para definir las estrategias de trabajo de nuestras empresas. Existen muchísimas variables y todas deben ser atendidas para lograr un resultado positivo. Venimos con serios problemas inflacionarios, cambiarios, financieros y una importante deuda comercial.

La posibilidad de apertura de importaciones hay que analizarlas detenidamente, si se suceden. Brasil enciende alarmas permanentemente. Si tenemos que competir con el precio con el que ingresa de Brasil el huevo, nos desplaza rápidamente. Ahora, tecnológicamente, no tenemos nada que envidiar y podemos competirle. El problema son los costos argentinos que nos encarece y quitan competitividad.

Las Empresas de nuestro Grupo nunca utilizaron las variables del despido de personal para resolver cuestiones vinculadas a la realidad económica. Siempre se intentó ordenar y ajustar, pero evitando que nuestro personal sea el factor de equilibrio. Siempre mantuvimos la visión de la empresa como una gran familia. Hemos tratado de realizar los máximos esfuerzos para preservar la fuente de trabajo y a su vez nuestra gente ha sabido responder con lealtad y dedicación.

Las preocupaciones son las generales. Educación, trabajo y la caída del poder adquisitivo de la gente. Es necesario que los gobiernos comiencen a trabajar en políticas comunes para comenzar a tomar la senda del crecimiento. Para ello es fundamental consolidar un buen sistema educativo, dar incentivos para generar puestos de trabajo, atender la situación social mediante un sistema que permita la inclusión. Pero debe ser un plan a largo plazo y consensuado. La población debe estar en pleno conocimiento respecto de dónde estamos hoy y hacia dónde vamos. El país no puede seguir jugando con una política pendular según quien sea el responsable de la conducción. La máxima preocupación es que tanto nuestros dirigentes y los habitantes de este hermoso país logremos un consenso. Creo que es la única forma de crecer.

La Provincia de Entre Ríos tiene un gran potencial. La infraestructura es fundamental para el crecimiento; también lo es la seguridad jurídica, la modificación de la normativa que dispone   Impuestos distorsivos y el apoyo a quienes generan fuentes genuinas de trabajo. Es importante que nuestra provincia sea viable para captar nuevos inversores. Hay mucho por hacer y, en este contexto, se deberá actuar con mucha capacidad analítica para promover proyectos a corto, mediano y largo plazo que son necesarios para poner a Entre Ríos a la vanguardia nacional.