Con la sequía que afectó gravemente al maíz y a la soja tuvimos un año muy difícil, atendiendo financieramente mucho más a nuestros asociados de lo que lo hacemos habitualmente. Por suerte teníamos los recursos para enfrentar los quebrantos que se dieron en los productores y refinanciar sus deudas.

Este último mes, el trigo nuevamente está superando las expectativas y está ayudando a cómo quedamos después de la primera mitad del año. A los buenos rendimientos del cereal (que no fueron como la campaña pasada), se suma que el precio está mejor y eso permite saldar deudas a algunos y achicarlas bastante a otros. La cooperativa cierra la cosecha fina con un buen nivel de acopio de trigo. 

En cuanto a inversiones seguimos con algunas y suspendimos otras. Compramos la extrusora de soja para la fabricación de balanceados, adquirimos nuevos camiones y mejoramos la infraestructura de las granjas.

La Cooperativa se está preparando para los cambios que se vienen en la economía. Tenemos que ver cómo impactarán esas medidas en los granos, en la fábrica de balanceados, en la producción de carne de cerdo y en el consumo. Donde más preocupaciones tenemos es precisamente en el tema cerdos y la posibilidad de una apertura indiscriminada de las importaciones de esa carne. Y si esto sucede también se podrán importar semillas de soja u otros insumos que la cooperativa produce. Eso podría dar una competencia desleal porque serían importaciones por debajo de los precios de producción que tenemos nosotros. Esto ya ha sucedido en otros momentos de nuestra historia reciente. La importación a mansalva no permite adecuar cada industria y bajar los costos de producción. No podemos desproteger a las Pymes, que son las generadoras de trabajo y riqueza.

Para el año próximo necesitaríamos sumar gente. Tanto en la fábrica de balanceados, que esperamos crecer ahí, como en la parte administrativa. Desde el punto de vista de los commodity que la cooperativa vende se espera un año mejor. Pero en COOPAR seguimos con la idea de transformar esos granos y darles más valor, tanto con los balanceados como en carne de cerdo. Y para esos productos en los que estamos transformando los granos, esperamos un año casi normal, y que dependerá mucho tanto de lo que suceda en la macro como las medidas que se tomen respecto a las importaciones.

Otros dos condicionantes para el año próximo serán el acompañamiento del clima –que lo esperamos positivo, después de tres años malos-  y cómo será el régimen impositivo respecto a las cooperativas, que es otro tema que está por verse.

En Entre Ríos necesitamos caminos para la producción. Ya no pedimos pavimentos, pero sí enripiado. Además, aliviar la carga impositiva de los productores agropecuarios que están pagando ingresos brutos. También intentar que la Provincia consiga créditos de fomento.