Fue un año estable muy similar al 2022. La gripe aviar desatada a fines de febrero preveían un año complejo. Estuvimos 4 meses con los mercados cerrados, pero cuando se abrieron pudimos recuperar los volúmenes de exportación y cerramos el 2023 con cantidades similares al 2022. Pudimos terminar lo poco que nos quedaba de las inversiones que habíamos comenzado el año pasado y ahora las dejamos en pausa. Abrimos dos mercados nuevos como Ecuador, donde pusimos una distribuidora y estamos a punto de lograr lo mismo en Honduras. Son lugares que están comenzando a consumir ovoproductos industrializados y logramos cerrar acuerdos para introducir los nuestros. Salvo Rusia y Ucrania por el tema de la guerra, no hemos perdido mercados.

Es toda una incógnita los cambios que se puedan producir. Se habla de muchas cosas, pero nada en firme. En los mercados internacionales podríamos tener un mejor perfil exportador. Ahora, en el mercado doméstico la inflación tendrá un impacto fuerte en los primeros meses y es determinante que la gente tenga dinero en los bolsillos para adquirir los alimentos básicos. Nosotros estamos en los alimentos que no son de primera necesidad, pero son alimentos. Tenemos dudas de cómo será el impacto en nuestra empresa. Creo que se necesitan 90 días para ver cómo se acomoda cada actividad. Hoy no se puede descartar cualquier escenario. Es una línea política nueva, un gobierno nuevo… estamos expectantes a ver cómo impactará cada medida.

El año 2024 podríamos sumar gente si todo va normal. Proyectos tenemos. La libertad de mercado puede ser buena, en Argentina no tenemos mucha experiencia en que se libere todo, pero somos partidarios de poder competir. Tengo muchas dudas del “costo argentino”. Una devaluación nos puede hacer competitivos internacionalmente, pero queremos ver cómo quedará el esquema de costos. Además, también nos preocupa que se normalicen las importaciones en cuanto a aditivos, insumos y repuestos que necesitamos, porque esto urge.

En cuanto a la tecnología que tenemos somos muy competitivos a nivel mundial y nos tranquiliza en el nivel de eficiencia de la planta. Por eso, internamente está todo controlado. El tema es cuánto costo sumamos del país.

Entre Ríos necesita urgentemente infraestructura. Necesita mayor transformación de la materia prima que produce la provincia. Necesita más industrias que generen más valor agregado. Veo una provincia postergada. Pero es imposible, para cualquier país del mundo, que pueda crecer con los niveles de inflación que tenemos, sin inserción en los mercados internacionales, sin acceso a los mercados financieros. Necesitamos reorientar todo y reinsertarnos en el mundo.