Cerramos un año muy complejo por los vaivenes de la economía mundial que les pegó directamente a las empresas de tecnología. La burbuja explotó con el cierre del Silicon Valley Bank, que era el corazón financiero de la industria, y el continuo aumento de la tasa de interés en USA y que los capitales de riesgo fluyan hacia esas tasas y salgan de las empresas que desarrollan tecnología. A nivel internacional se dieron fuertes despidos en muchas empresas. Nosotros, con altos y bajos, ampliamos la planta de personal y terminamos vendiendo más que el año pasado, pero con muchísimo trabajo. Fue un 2023 bueno en términos de ventas y financiero, pero con muchísimo más trabajo y esfuerzo.

Volvimos a hacer el “Code Clash”, una competencia a nivel Latinoamericano que organizamos cada año para captar talentos. Se resuelven problemas de lógicas y, en base a la parte técnica, vemos cuestiones de capacidades blandas que son las que más nos interesan para reclutar talento. Participan unas 100 personas activamente de varios países y de ahí salen los pasantes que tenemos en la empresa.

Este año seguimos trabajando muchísimo las capacidades blandas con el equipo de recursos humanos, con cursos de inteligencia emocional, capacitaciones en salud, ejercicios de mindfulness y haciendo seguimiento de las personas y midiendo todo, orientado a la salud mental. Nos parece sumamente importante gestionar y desarrollar las habilidades blandas y emocionales para el desarrollo profesional.

Estamos viendo qué pasará con la importación de tecnología, ya que es clave para nosotros tener los insumos necesarios para producir. Acá podemos conseguir algunos tipos de computadoras ensambladas, pero no siempre son las adecuadas. Tampoco sabemos cómo quedará la exportación de software y servicios, el Monotributo Tech, si también tendrán retenciones y la disponibilidad de dólares. Veremos cómo repercute la estanflación en paritarias y salarios. En definitiva, estamos expectantes en tener una economía más estable y menos regulada, que solamente tiende a poner trabas al trabajo.  Las políticas y teorías en Argentina no son tan lineales y tienden a fracasar, pero estamos positivos, producir más y en mejores condiciones. Por lo pronto necesitamos los insumos básicos como electricidad, internet y tecnología.

Las perspectivas internacionales marcan una baja en las tasas de USA y los capitales de riesgo volverán a moverse y retomar hacia el sector y habrá una mayor demanda laboral. También habrá una elección compleja en ese país y generará ruido. Será un año complejo el 2024. En Argentina hay una gestión nueva, un equipo que se tiene que adaptar y mover una maquinaria con 16 años de un partido político diferente. Creo que eso llevará un año en acomodarse y entender la dinámica del gobierno, que es lógico. Será un año de transición. Y lo mismo en Entre Ríos, que además habrá que ver cómo se acomoda en la agenda nacional.

La provincia debe promover más infraestructura. Conectividad hay mucho por hacer. Es necesario que se colabore y trabaje más con el sector privado, con más relación y comunicación virtuosa. El desarrollo tecnológico es necesario ponerlo sobre la mesa de una manera más fuerte. La industria del conocimiento tiene muchísimo por dar y tiene que tener una impronta más fuerte desde el sector público. Y también desde las universidades, con una dinámica más ágil.