Cada vez es más difícil hacer un balance anual porque las condiciones en Argentina cambian de una semana para otra y varias veces durante un mismo año. Una vez más, en ventas el balance es positivo para la construcción en seco porque hubo mucho movimiento, ventas y obras importantes como el Shopping de Paraná, pero paralelamente también fue muy complejo, desgastante y estresante por las elecciones eternas, los vaivenes económicos, precios, falta de insumos y todo lo que ya hemos naturalizado, y en este año fue peor que nunca. En los últimos cuatro meses las especulaciones, los cambios de precios y con lo que se viene en lo inmediato, nos hace prever un panorama sombrío.

Lo que más complica de todo es la incertidumbre y hoy es una ruleta rusa lo que estamos haciendo. Nuestra decisión siempre fue abrir, trabajar, vender… más que nada pensando en la gente del sector que necesita tener los materiales para poder terminar y cobrar sus obras y, de alguna manera, devolverle al gremio lo que siempre ha hecho por nosotros. Pero hoy me preocupa mucho poder reponer los materiales que hemos vendido en los últimos meses. Para darte una idea, uno de los principales proveedores nos dijo hoy que para mañana las subas podrían ser entre el 45 y el 60%. Eso cambia todo el panorama. Además, hay proveedores que no te permiten acopiar y te venden solo contra la entrega. En todo este tiempo hemos tenido muy pocas herramientas para protegernos de estos escenarios. Nunca en los 22 años del negocio hemos tenido estos niveles de aumento de estos cuatro meses y lo que se espera para adelante. Lo que se viene para el sector, si no hay un incentivo a la construcción privada con una línea de crédito que le ponga al particular la plata en el bolsillo y solucionarle, por un lado, el déficit habitacional y, por el otro, sostener el movimiento de la industria; son momentos muy difíciles. Porque, además, la construcción de obra pública en Entre Ríos ha sido casi inexistente comparada con otras provincias y con pocos actores, lo que la hace muy particular. Y en la obra privada tenés los inversionistas en los edificios o el particular, comprando lotes y haciendo su casa. Sin incentivos ni créditos, lo que nos espera para los próximos seis meses a un año es muy preocupante.

Hasta hace dos semanas estábamos pensando en tomar más personal y abrir nuevas sucursales buscando nuevos mercados. Ahora, puedo planificar y definir todas las estrategias que quieras, pero mañana me encuentro con otro país y tengo que agradecer lo que tengo. La verdad es que el nivel de complejidad que veo es muy distinto a todo lo que hemos transcurrido los últimos 20 años, como para decir “esto ya lo viví y sé cómo salir”, como nos venía pasando hasta ahora. Hoy estamos en una situación que no sabemos cómo seguirá. Si vos me confirmas que es la última, que son seis, ocho, diez meses más y después vamos a salir para siempre y que valdrá la pena… el asunto es saber si tendrá el acompañamiento de los dirigentes.

Entonces, la preocupación principal para el año próximo es el nivel de actividad y los márgenes que tendremos. Porque estos escenarios hacen que se entre en una vorágine de competencia que hacen achicar márgenes y no alcanzan ni para sostener la estructura que se tiene. Ojalá que suceda en 2024 lo mismo que en la pandemia, cuando esperábamos vender un 30% de lo normal y terminamos triplicando las ventas. Hoy las expectativas son muy bajas para el año próximo.

Entre Ríos tiene que trabajar sobre el perfil productivo. Es fundamental agregar valor a la producción primaria. Es la gran diferencia de nuestra provincia con Santa Fe y Córdoba. Ver cada zona productiva y cómo potenciarla.