Juan Pablo Cerini, gerente de producción de El Hinojo SRL
El Hinojo es una empresa agropecuaria con producción de cerdos e integración con la cadena de carnicerías La Porca en Paraná.
El 2022 fue positivo. Desde el punto de vista del crecimiento cumplimos los objetivos de este año, incluso con algunos por sobre los números proyectados, tanto en la producción agropecuaria como la porcina. Y también desde lo interno, pensando en el grupo de trabajo, porque hemos logrado incorporar gente muy valiosa. Seguimos consolidando y mejorando los equipos de personas, desarrollándonos, capacitándonos en el manejo de los negocios. Y esto es lo más valioso y que trasciende el crecimiento económico de la empresa, porque un año podés crecer un poco más y otro un poco menos, pero cuando consolidas un buen equipo de trabajo, te permite encarar cualquier cosa.
En el agro, la campaña queda partida al medio por el año calendario, pero logramos las 40.000 Has con doble cultivo desde lo productivo; en cerdos, al haber conseguido financiamiento, pudimos crecer en madres con un esquema asociativo y es el primer año de trabajo de engorde con los socios. Fue el año de implementación del modelo que propusimos y funcionó. Estamos engordando los capones con los socios. Se logró hacer la transferencia de los lechones, el engorde y la comercialización con muy buenos resultados para todos. Que eso haya funcionado mientras crecíamos en nuestra granja, es ultra positivo. Y, por último, en la comercialización de carne logramos la apertura de la séptima sucursal, más un trabajo interno de mejora en la atención al público y el trabajo con la carne que nos permitió mejorar también en La Porca.
Las ganas emprendedoras están igual que siempre. El contexto es una variable que no manejamos y sobre la que hay que adaptarse. Esa adaptación lleva implícito ir para adelante. Estamos convencidos que los negocios en los que participamos podemos hacerlos bien.
Seguimos creciendo también en personal. No tengo los números exactos, pero a principio de año no llegábamos a 100 trabajadores y hoy rondamos los 120. Las carnicerías demandan entre el 30 y el 40% de nuestro personal. En general tenemos una baja rotación y vemos mayores dificultades para conseguir empleados de administración que el operativo.
El año que viene las inversiones dependerán del financiamiento, como ocurrió el año pasado y este año. Si existe la posibilidad será en crecimiento de las granjas para llevar de 1200 a 2400 madres, que es el objetivo. Después de eso, deberíamos encarar otra fase de crecimiento con más asociados para el engorde.
La preocupación más grande es la sequía. Es toda la cosecha gruesa y es la falta de pasto para la vaca. A eso se suma la macro. Hay que desdoblar la parte de la empresa que produce granos y muy enganchado al tipo de cambio y las medidas que se tomen sobre la marcha como el dólar soja o lo que sea de cada momento, nos impacta en todo. Otra preocupación y donde vemos un panorama más difícil es la producción de carne para el mercado interno. En los últimos cuatro meses (y ya es una tendencia), la plaza está seca. El bolsillo de la gente no aguanta más de la mitad del mes y el consumo se cae.
En lo que respecta a la empresa, el objetivo en la parte agrícola para el año próximo era estar en las 40.000 hectáreas y lo logramos con el doble cultivo. Habrá que ver qué pasa en la cosecha, pero eso dependerá del clima. Para los cerdos, el objetivo es alcanzar las 2400 madres con los integrados; y para las carnicerías, ampliar el canal mayorista de cortes y medias res. En lo institucional, terminar de consolidar y seguir trabajando con los equipos integrados por nuestro personal. Hacerlos crecer y desarrollar los talentos que tenemos adentro y encontrar las personas en los lugares claves que todavía nos falta cubrir. Dicho todo esto, si va a ser mejor o peor el 2023, pregúntame el año que viene… la sequía desvela y habrá elecciones… ojalá sea un año, aunque sea, de 6 puntos.