Es el primer año que no podemos mostrar un crecimiento significativo, tanto en producción como en ventas. Veníamos creciendo todos los años y en 2023 solo mantuvimos esos niveles, y nos resulta muy poco. Las causas fueron dos. La primera es la complicación comercial a nivel global. Lo que era un nicho para nosotros cuando teníamos la protección de nuestra patente, dejó de serlo y hoy es una competencia feroz. Hay varias empresas en India, Turquía o China que copiaron nuestro producto y lo están fabricando. Incluso, en India, están patentando todas nuestras piezas… lo que quiero decir es que la competencia nos está presentando un frente que no era habitual y produciendo en países que tienen costos mucho más bajos. Y, en segundo lugar, el desdoblamiento cambiario argentino, con costos subiendo con la referencia del dólar “blue” y nosotros cobrando todas nuestras exportaciones a dólar oficial. La rentabilidad se achicó por esa diferencia de cambio. Ni hablar el conseguir los insumos importados, que fueron casi una peregrinación obtener varios de ellos.

Teníamos previsto la inversión de una nave industrial nueva, superadora, ambiciosa, necesaria… y no la pudimos hacer. Solo hicimos una pequeña ampliación, porque no tenemos más lugar, y necesitábamos instalar una línea de pintura en polvo que la teníamos comprada.

Todo este sistema económico que hemos tenido en estos años ha generado una transferencia monumental de recursos del sector privado al sector público. Es innegable. Pasamos de un 25% del PBI que costaba el sector público a un 45-46% actual, y sin contar lo que costó la última campaña electoral del oficialismo. Ahora, acá hay una pregunta fundamental: El PBI es solo un número y una diferencia de 20 puntos; ¿Quién la gestiona mejor para el bienestar de la población? ¿La gestiona mejor el sector privado o el público? Porque la transferencia de recursos que hubo fue extraordinaria. Es una pregunta interesante para pensarla y contestarla. Si vemos los hechos y la realidad socio económica que tenemos hoy, diría que la gestión del sector público no fue precisamente “buena”.

Hasta acá llegamos a marcha forzada y con mucha creatividad para solucionar cada problema. Las importaciones las estábamos haciendo a través de una “Trader” porque no nos aprobaban las CIRA. Nuestros insumos son de importación temporal. Para que nos autoricen los pagos al exterior teníamos que tener las cerraduras francesas ya en territorio nacional. Decime cómo hacemos para que nos manden el producto sin pagarlo. Las últimas ni de esa manera conseguimos los dólares para pagarlas y hoy las debemos sin saber a qué precio del dólar. Y sin esos insumos, no podemos fabricar los ascensores. Entonces, los cambios que se están proponiendo nos van a aliviar y podremos funcionar “normalmente”. Somos exportadores.

Hace un tiempo venimos trabajando en una expansión en Latinoamérica para compensar la competencia que estamos teniendo en el mundo. Ese proyecto era deseo y buena voluntad. Con el oxígeno que significa este nuevo marco de ordenamiento, pasa a primer plano y lo vamos a avanzar en 2024. Hoy somos casi 100 personas en la empresa. Estamos formando personal para que sea capaz de abrir estos nuevos mercados, radicándose en cada lugar y teniendo a cargo algunos operarios que también mandaremos. El crecimiento del año próximo puede ser de un 10% en personal.

Las preocupaciones para el año que viene se vinculan a dos factores que no manejamos. El primero es lo que pase con nuestros distribuidores en el primer mundo, básicamente USA y Europa, que no sabemos si habrá crecimiento de ventas y cuánto podemos proyectar. Este tema está ligado a la dura competencia en esos mercados. Por eso, la idea de que Latinoamérica compense esas ventas. La segunda preocupación es Argentina y el marco social. Uno vive acá. Y nos duele. Y a nuestros operarios, también. Las ventas en el país durante 2023 fueron extraordinarias, porque a la gente le quemaban los pesos. Compró ascensores para que se los entreguemos en 2024, por lo que ya tenemos “calzados” varios meses de trabajo. Nos preocupa en el marco que vamos a funcionar como empresa, en la logística, las entregas. Que no haya paros. Que la Aduana, los puertos, la AFIP funcionen… porque si no, no podemos trabajar.

Me parece interesante el equipo que armó Frigerio y el discurso de asunción en la Legislatura. Entre Ríos ha estado en un letargo desde hace varios años. Las provincias que siguieron defendiendo su productividad como Santa Fe, Córdoba o Mendoza y hasta Corrientes han crecido notablemente. Entre Ríos se quedó detenida en el tiempo pensando si quería ir hacia el lugar de las provincias de crecimiento propio o parecerse a las del Norte. Y hoy se parece más a las provincias del Norte. Esto es absoluta gestión pública. Es saber lo que se quiere como provincia. Y es el desafío y lo que plantea Frigerio. Puede ser una bisagra.

Si queremos que la sociedad argentina defina que sea el sector privado quien gestione los recursos –porque los gestiona mejor- tenemos que demostrarlo. Y esto se logra cuando la sociedad recibe beneficios por la gestión de esos recursos. No hay que olvidar que también el sector privado no fue muy generoso cuando pudo hacerlo. Recordemos la historia.