Saul Hojman, Director de Hojman Negocios Inmobiliarios
Hojman, Paraná. Es una de las principales inmobiliarias con una política comercial dinámica y responsable.
BALANCE 2024
PERSPECTIVAS 2025
El año 2024 fue un periodo de transición para nosotros. El primer semestre estuvo marcado por las dificultades habituales de un contexto inflacionario, con operaciones frenadas y un mercado prácticamente paralizado. Sin embargo, en la segunda mitad del año, varios factores comenzaron a dinamizar el sector inmobiliario. Primero, la incipiente aparición de créditos inmobiliarios, que aunque tímidos al principio, comenzaron a consolidarse en las operaciones. Hay una realidad y los bancos están aprendiendo la operatoria que se incrementará seguramente el próximo año. Segundo, el blanqueo de capitales liberó una gran cantidad de dinero que activó las operaciones en segmentos específicos, como departamentos para inversión. Este cambio nos permitió liquidar parte del stock de propiedades que estaban en precio, aunque todavía hay dificultades para vender inmuebles de mayor valor debido al aumento del costo por metro cuadrado.
En cuanto a tecnología, hemos explorado el uso de herramientas digitales para la administración de propiedades en alquiler, donde somos muy fuertes, pero el uso de inteligencia artificial en nuestra operativa sigue siendo muy limitado. Nuestro enfoque actual está más orientado a optimizar costos y adaptarnos a las nuevas condiciones de mercado.
Mirando hacia 2025, el sector enfrenta grandes desafíos, pero también oportunidades. Si se mantienen las políticas económicas y la confianza en el mercado, creemos que los desarrollos inmobiliarios, que hasta ahora estaban frenados, podrían reactivarse. Esto dependerá de que las condiciones económicas sigan mejorando, especialmente en términos de crédito y poder adquisitivo. Y con los alquileres sucedió claramente cómo se comporta el mercado: se liberó la ley y todos pensaron que iban a subir por las nubes y no fue así, llegaron a un punto donde la gente no los pudo pagar más y se terminaron regulando entre la oferta y la demanda, en un mercado que no le servía ni a propietarios ni a inquilinos. Hoy si pasan tres meses y no se alquila, se baja el precio. Esa es la verdadera oferta y demanda y un mercado perfecto.
En el caso de las inmobiliarias y la intermediación, las preocupaciones para el próximo año incluyen el alto costo operativo, especialmente en lo relacionado con el factor sueldo y la incertidumbre política, que sigue siendo un gran generador de expectativas. A pesar de esto, confiamos en que un contexto de mayor estabilidad permitirá una planificación más sólida y una dinámica de mercado más predecible.
Vemos un futuro esperanzador, aunque con cautela. Creo que el año que viene todos deberemos adaptarnos a reglas más sencillas y más previsibles. La estabilidad es un motor fundamental del crecimiento.
