Por fin tuvimos un buen año. Simplemente porque trabajamos casi con normalidad. Este año, si bien el cupo de biocombustibles estuvo más bajo, fue pareja la demanda durante el año. Pudimos hacer unas mejoras en el proceso y plantamos árboles en un campo lindante para utilizar como riego los efluentes tratados de la planta.

En lo que respecta a la glicerina el año fue flojo por la falta de mercadería. La sequía no permitió un gran volumen de producción de aceite.

Hoy estamos parados en la planta esperando los anuncios de las normas y leyes que tendremos en nuestro sector. Todavía no se ha dicho nada respecto a los biocombustibles. Estamos esperando alguna reunión para conocer el camino que se va a seguir. Es muy poco lo que sabemos. Si se abre el juego a las grandes compañías que generalmente hacen mercados externos y volcarán algo de su producción al mercado interno, lo que cambiaría mucho el panorama.

Por eso, el 2024 es todo un misterio. Qué pasará con el corte, si realmente se va a aumentar y cómo se hará. Todo eso nos determinará cómo seguir trabajando en los próximos meses. Desde la Cámara estamos haciendo gestiones para apurar las definiciones. Esperamos que en estas semanas ya tengamos los precios nuevos.

Nosotros tenemos inversiones previstas para la planta. Tecnológicamente estamos bien. Y lo único que te puedo decir es que estamos esperando precisiones. Como industria siempre tenemos el mismo problema cuando ingresa un gobierno nuevo. Es de esperar a que las nuevas autoridades se sienten, estudien y dictaminen cómo sigue el mercado.

Entre Ríos hoy debe conocer más lo que se produce en la provincia y ser un nexo para defender las necesidades de cada industria. Hay un desconocimiento profundo de las actividades y necesidades de cada sector. Después, la brecha en las tasas municipales con diferencias muy altas a pocos kilómetros y un nivel de Ingresos Brutos que impacta muy fuerte a la hora de buscar competitividad.