El 2023 podría decirse que fue un año bueno, recorriendo los 12 meses. Pero ya estos últimos meses está mermando mucho la arena para la construcción por el freno de la obra pública y la edificación en general. Y esto repercute también en el sector de arenas especiales.

Nosotros hicimos inversiones importantes a principios de año para modernizar la planta y también, en estos últimos meses, tuvimos que frenar un poco la planificación que teníamos por falta de insumos, cotización de materiales y lo que está pasando en general en todas las actividades.

En cuanto a las exportaciones se mantuvieron, pero las dificultades estuvieron en poder pagar los servicios de transporte y la liberación de las SIRA. Y esto genera problemas no solo en la logística, sino también dificulta el vínculo con el cliente y el riesgo de perder el mercado por no poder enviar la mercadería.

Venimos de una gran incertidumbre y continuará en los próximos meses. La palabra “ajuste” y “parate” preocupa a cualquiera porque repercute directamente en las ventas. Si es como dicen que se va a profundizar más, que dure el menor plazo posible. Son estructuras grandes las que tenemos que hay que mantenerlas. Nosotros no estamos previendo reducir la planta sino mantenerla en estos niveles. Todos sabemos que esto no tiene solución a no ser que verdaderamente se comience a achicar el gasto público y el déficit fiscal que hoy tenemos.

La principal preocupación sigue siendo la inflación y lo que ese proceso genera. Nuestras perspectivas no dejan de ser positivas, con toda la incertidumbre que ya hablamos en un año que seguramente será de ajuste general.

En Entre Ríos, independientemente de la cuestión política, sigue faltando un verdadero y sincero diálogo entre el sector público y privado. Más allá de los eventos, las fotos y los anuncios es necesario un vínculo más fluido entre los privados y el Estado. Es la clave del éxito de provincias vecinas, que avanzaron en el mismo país que nosotros, pero con resultados totalmente diferentes a los nuestros.