Mirco Bombieri - Director de Bombieri
“Entre Ríos tiene un gran potencial que nunca ha sabido aprovechar”
Bombieri - Concepción del Uruguay
Empresa tecnológica de innovación digital y fábrica de software.
El 2023 fue un año encarado para sostener lo que veníamos haciendo. Sabíamos que iba a ser un año complejo y lo planteamos para estabilizar la empresa, buscar más eficiencia en la forma que estamos trabajando, madurar procesos y creo que lo logramos. Desarrollamos fuerte lo que es “Braulio”, un software de desarrollo propio y le asignamos mucho equipo ahí con una dedicación comercial más grande, ya no pensando en este año sino preparándonos en un plan estratégico para 2028. En definitiva, las ventas fueron similares a 2022, que fue el último año de un crecimiento muy fuerte que había arrancado en 2019.
Hay una parte de todos estos cambios económicos que la teníamos previstas en nuestros escenarios previos. Hemos desdolarizado costos; una cantidad de herramientas importadas las fuimos reemplazando al mínimo. En ese sentido estamos bien parados. Y en todo lo que te comenté del equipo comercial, estamos mirando el post primer semestre de 2024 que lo inmediato. La otra cara de la moneda es que las medidas tendrán un impacto social muy fuerte y es la cuestión más delicada de cómo la vamos a transitar. Sobre todo, cómo va a reaccionar el personal en todo esto. Valoramos muchísimo nuestro capital humano porque hemos invertido bastante en capacitación, formación y esfuerzo para alinear a las personas en nuestros valores y forma de trabajo, que no es fácilmente reemplazable. Esto pensando en los primeros meses del año próximo y el impacto que puede tener la inflación en los bolsillos de nuestra gente y que nosotros no lleguemos a satisfacer las necesidades de ingresos que tengan. El gran ganador en este esquema, al menos en nuestro sector, son las multinacionales, que podrán captar una cantidad importante de recursos calificados a un precio más accesible que antes. Hay una gran cantidad de pymes de software en nuestro país. Y si muchas de las personas que hoy están en esas pymes salen a buscar trabajo al mercado, las grandes empresas de afuera tienen una oportunidad de elegir a un menor precio la mejor calidad del recurso. Hasta ahora podíamos competir, poniendo por delante otras cuestiones laborales más blandas, que se anteponen a lo meramente económico. Pero en este contexto el bolsillo puede apretar de tal manera que el ingreso económico sea la principal variable para tomar una decisión. Esta sobreoferta de desarrolladores locales a un precio accesible para el extranjero, nos pegará a las pymes que tenemos más mercado en el país que en el exterior.
Soy optimista y no doy por perdido ese partido. En 2024 buscamos sostener nuestra tasa de rotación voluntaria de personal, que hoy es baja y solo del 9,6% anual. La proyección de la empresa es sostener el equipo que tenemos, un nivel de ventas también sostenido similar al que terminó y pensando hacia adelante consolidando la empresa para 2025, cuando sí queremos dar un nuevo salto de crecimiento.
Me preocupa cómo quedará parada la sociedad. No tengo experiencia previa al 2001. Me preocupa cómo reaccionará la gente que los otros días aplaudió el ajuste y que cuando le pegue realmente en el bolsillo tal vez tenga otra reacción. Por otro lado, hoy me encuentro con una cantidad enorme de herramientas para afrontar una situación de crisis como esta. Personalmente en las crisis anteriores las tuve que abordar con menos herramientas que ahora. Entonces, por un lado, está la incertidumbre y el temor, pero por el otro lado estoy confiando que tengo varias cartas para jugar en esta situación. Cómo está armada la empresa, cómo me ayudan a tomar decisiones, la calidad de gente que tenemos, herramientas financieras que hace unos años ni conocía, el posicionamiento de la marca o el relacionamiento con partners como IBM o Telecom son algunas de esas herramientas. Todo eso te permite salir a probar estrategias, como buscar clientes en el extranjero y ya lo estamos haciendo. Son diferentes oportunidades para armar distintos caminos y lograr el objetivo.
Entre Ríos tiene un gran déficit en rutas. El sector agropecuario será el primero en reactivar la economía, pero si no tenés una buena interconectividad para mover la producción dificulta el tema. Todavía tenemos un déficit de conectividad digital muy grande. Nosotros estamos sobre cada costa de la Provincia, pero cuando pasas por el centro de Entre Ríos parece que estás en un desierto, quedas totalmente aislado y es fundamental para proyectar un crecimiento de la provincia. Tenemos materia prima y un gran potencial que todavía no lo hemos sabido aprovechar.