En general no fue un año malo. Sí hubo hasta hoy los peores problemas y dificultades en el comercio exterior que haya visto nunca. Con embates de normativas, reglamentaciones, chicanas y un montón de cosas que el gobierno que terminó dispuso. Eso complicó todas las operaciones. Nosotros trabajamos principalmente en exportaciones y pudimos operar dentro de todo bien, pero no como hubiésemos querido por las limitaciones existentes. Y en materia de importaciones sumamente complicados. Algo que nunca vimos.

Durante el año pudimos sumar clientes nuevos en la costa del Uruguay y en la provincia de Santa Fe. Después de padecer una cantidad importante de trabas y trámites, pudimos terminar y dejar listo para habilitar el depósito fiscal. Creo que cuando asuman las nuevas autoridades de la Aduana tendremos la habilitación oficial.

En definitiva, el año podría haber sido algo mejor sin todos los problemas operativos. El comercio exterior es un camino de ida y vuelta; las dos cosas son importantes: importaciones y exportaciones. Las empresas que exportan necesitan generalmente insumos o equipos importados. Asimismo, ha sido un problema conseguir licencias…, nacionalizar… todo fue un gran dolor de cabeza este año.

Sin ningún tipo de dudas, los cambios que se vienen son para mejorar. Porque peor de lo que pasamos es imposible. Problemas en lo que hace a reglamentaciones aduaneras para el comercio exterior, creo que no vamos a tener. Porque si hablamos de liberalizar y simplificar las actividades, el comercio exterior necesita esto y vamos a estar mucho mejor.

Para nosotros, el no tener las trabas que se dieron este año permitirá agilizar exportaciones, como en la carne por dar un ejemplo. Hoy los frigoríficos solo pueden enviar vacas de conserva o toros y solo siete cortes. No es posible que un tipo de animal que en Argentina no se consume, no se pueda exportar. Es un producto que no cambia el precio del mercado interno. Lo mismo que sucede con el novillo gordo que se exporta para la Cuota Hilton. Si el nuevo gobierno entiende eso, debería generar un dinamismo diferente en la exportación.

Por nuestra parte ya estamos pensando en sumar más gente en el 2024, porque si es como esperamos que sea, podremos abrir el depósito fiscal que es una herramienta fundamental para el comercio exterior de la región. Además, con la eliminación de las trabas y normas cambiarias, tal vez la importación pueda mejorar y se solucionarán muchos problemas.

Y siempre está esa preocupación con un nuevo gobierno: que no fracase en el intento de llegar a los cambios que quieren hacer. Esa es una preocupación. En lo que respecta a nuestra empresa estamos pasando por un momento relativamente bueno hace varios años, porque crecemos de a poco, pero venimos creciendo constantemente.

Nuestra provincia está en una situación parecida a la del país. Entre Ríos tiene que llevar una economía austera muy fuerte y cambiar la manera de pensar. El discurso del nuevo gobernador ha sido muy claro en ese sentido. Creo que está bien. No es posible que los funcionarios provinciales y municipales sean personas privilegiadas en tantos aspectos. Que la Legislatura siga mirando para otro lado, que nadie fue ni supo en el tema de los contratos, todos miren para otro lado y siga pasando todavía hoy. Bueno, es necesario resolver esos temas que son imperdonables y se terminen los privilegios de la política.