Fue un año de muchísima gestión que no compensa lo producido. Tuvimos un año de sequía extrema donde casi perdimos todo el maíz y la soja; hoy el trigo está nuevamente mejorando los resultados del año, pero de igual manera, la siembra de la gruesa no ha podido ser lo óptimo esperado por falta de suelo y la cantidad de precipitaciones que se están dando.

El tema avícola con el huevo fue lo más positivo entre nuestras actividades. Quisimos importar tecnología para nuevas naves para ponedoras y no logramos las autorizaciones necesarias para hacerlo. Necesitamos crecer un 20% con unas 50.000 aves más y no nos autorizaron los dólares para girar al exterior.

Todavía no están definidos los cambios económicos totales que pretende el nuevo gobierno, pero lo que estamos viendo es un incremento en los costos de producción. Lo que se importará tendrá una retención y las exportaciones también tendrán más retenciones, lo que complica la situación del productor. Esto complejiza la comercialización en los diferentes eslabones y el rol de los acopios. Creo que ir a un tipo de cambio elevado y único nos haría altamente competitivos en el exterior para recuperar mercados que hemos perdido por falta de cumplimiento. Argentina no tiene credibilidad, no cumplió contratos y vapuleamos la relación con los clientes externos por decisiones políticas internas desacertadas. Hoy, sin credibilidad, necesitamos ser muy competitivos para recuperar la confianza.

En el 2024, principalmente si se logra ese tipo de cambio único, tenemos que incrementar la producción con destino a los mercados externos. Esto nos ayudaría a crecer como empresa. Nosotros estamos viendo la incorporación de paneles solares para auto proveernos de energía. Queremos concretar el crecimiento en avicultura con las nuevas naves de producción; y poner a punto la ampliación de la planta de producción de balanceados, tanto para aves como para el feed lot.

Es necesario un sinceramiento de la economía. Hay que desregular tantos impuestos y trámites que solo traban y elevan costos. Está a la vista que de esta manera nos cuesta crecer a las pymes. Necesitamos certidumbre y un tipo de cambio único. Que podamos realizar nuestras operaciones con una moneda dura como el dólar, facturar y cobrar en esa moneda. Además, un blanqueo para que aparezcan los dólares que están guardados en los colchones como ahorro y acelere el ingreso de divisas al país. Porque para los dólares de la exportación todavía falta mucho tiempo.

Entre Ríos tiene muchas actividades prósperas y empresarios con ganas de crecer. Lo que se debería lograr es industrializar más la producción primaria. No hay apoyo para eso. Palabras siempre han sobrado en ese tema, pero la realidad es que se quedaron solo en eso, en palabras. Esperemos que las nuevas autoridades vengan con verdaderas intenciones de industrializar la producción primaria. Las inversiones se logran rápidamente si las pymes tienen rentabilidad. No es cuestión de sacar créditos si la rentabilidad no está. No hay que tener miedo a que las empresas tengan rentabilidad, porque es lo que va a levantar al país. El empresario entrerriano no saca la plata afuera. Está reinvirtiendo constantemente cada vez que tiene resultados positivos. Esto se traduce en más trabajo inmediatamente. Y esa competencia que se logra, también se traduce en pagar mejores sueldos por las personas más capaces.