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Enfriamos hasta el sol

“La energía solar viene para quedarse” aseguraba el título principal de la revista x-más de junio de 2014. La nota destacaba la potencialidad de Entre Ríos de liderar la explotación de este tipo de energía, de rápida instalación y bajo mantenimiento. Pero ya se marcaba que el principal desafío era adecuar la legislación para fomentar inversiones. A casi una década de aquella tapa, nada sucedió y nuestra provincia es el peor alumno de la clase.

Por

Sebastián Martínez

Las energías renovables comprenden una variedad de fuentes entre las que se destacan la solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica y biomasa. Cada una de ellas ofrece beneficios únicos y contribuye de manera significativa a la diversificación de la matriz energética.

La energía solar, obtenida del sol mediante paneles fotovoltaicos, ha experimentado avances tecnológicos que han reducido los costos y aumentado la eficiencia de la conversión solar a energía eléctrica. Países con alta radiación solar, como España y Australia, han implementado parques solares a gran escala, generando megavatios de electricidad y reduciendo su dependencia de los combustibles fósiles. Si bien los especialistas marcan que el principal potencial de Entre Ríos en materia de renovables es la biomasa, la energía solar también se podría explotar de otra manera.

A principios de año, en la edición Nº 71 de la Revista x-más y en base a estadísticas oficiales nacionales, advertimos que “Entre Ríos no tiene presencia en el escenario de fuentes renovables a nivel país. A fines del 2021, el Gobierno provincial sancionó la Ley 10.933 –Energía Eléctrica Sostenible– que adhiere a la Ley Nacional 27.424 y establece un marco legal favorable a la implementación de energías renovables, pero la iniciativa no se reglamentó durante todo el 2022. El decreto reglamentario recién vio la luz en los últimos días de febrero de este año”. Y con varios puntos grises.

De ese tiempo a esta parte, la situación se modificó parcialmente, ya que recién a fines de julio se conoció la Resolución del Ente Provincial Regulador de Energía (EPRE) con requerimientos técnicos de estos desarrollos. Pero la medida también generó algunas dudas en el sector.

Debemos destacar que las condiciones climáticas parecen ser favorables para este tipo de inversiones. Según estudios de los mapas solares de Entre Ríos, los departamentos del noreste provincial (Federación y Feliciano principalmente), son los que mayor radiación solar tienen durante todo el año (1800 KWh/m2-año).

En Argentina ya existen más de 4 millones de paneles solares registrados, ubicados en 61 parques solares.

Según varios expertos y en líneas generales, en Entre Ríos “la ley es muy completa, pero la reglamentación deja muchos artículos de lado”. Desde el año 2015 sólo hay un puñado de proyectos regularizados, de los cerca de 1.000 desarrollos que se han hecho en Entre Ríos. Esa baja cifra de formalización obedece a estas dificultades que citamos. Para tener una dimensión del desarrollo de estas tecnologías: pensemos que en Argentina ya existen más de 4 millones de paneles solares registrados, ubicados en 61 parques solares.

Dentro de las empresas del sector de renovables de la región hay innumerables quejas por las demoras administrativas en la presentación de proyectos, porque el sistema es muy lento. Por lo que se ve en desarrollos, la costa del Paraná no tiene muchas iniciativas en funcionamiento, pero la Costa del Uruguay sí.

Como bien sabemos, las leyes tienen que ser traccionadoras+ de la política pública para despertar las demandas, pero deben ser complementadas por otros tipos de herramientas, que son los instrumentos que la deben operativizar. Esa reglamentación detalla el “cómo” se va a aplicar lo que de manera romántica se dice en el texto de la ley.

“Aquí se ve la primera gran falla en Entre Ríos: hay muchos artículos de la ley que no están reglamentados”, asegura el ingeniero Andrés Agosti, profesor de la UTN Concepción del Uruguay y consultor internacional en proyectos de energías renovables para el Banco Mundial, el BID y bancos europeos.  Por ejemplo, en la ley dice que los municipios deben lograr que el 30% de sus energías sean renovables, pero en la reglamentación no dice cómo hacerlo.

En Generación Distribuida, ya sea de autoconsumo o para inyectar el excedente a la red, sucede lo mismo. Es un concepto muy vendible como idea, que en los discursos públicos de la dirigencia política aparece siempre. Pero a veces, los gobernantes son los mismos que manejan la producción y la distribución de energía, por lo que consideran a las renovables como una competencia a la energía convencional.

Los bancos extranjeros identifican zonas donde es más fácil o difícil hacer negocios
en energías renovables: todos coinciden en que la provincia de Entre Ríos es la única
en la que no se puede hacer nada.

Los bancos multilaterales extranjeros como el Banco Mundial, el BID o el Banco Europeo de Inversiones, identifican zonas donde es más fácil o difícil hacer negocios en energías renovables: todos coinciden en que la provincia  de Entre Ríos es la única en la que no se puede hacer nada. Las grandes empresas como GENNEIA, 360 Energy, YPF Luz tienen la misma visión sobre la provincia”, asegura Agosti.

En una escala más pequeña, las Pymes entrerrianas también elaboran proyectos para sumar energía renovable. “Son inversiones altas, porque la tasa de recupero es muy lenta. En algunos casos, la tasa de recupero es mayor a 5 años. Distintas empresas han evaluado los proyectos, pero los presupuestos no avanzan. Hay un factor económico muy determinante, porque los costos son muy altos y la exigencia técnica es excesiva”, asegura César Sangoy, de San Solar Paraná.

Pese a este panorama sombrío, debemos destacar que las energías renovables vuelven al sistema energético más eficiente porque supone menos pérdidas y es una lógica de “ganar-ganar”: gana el que genera energía en su punto, gana la distribuidora por menores pérdidas y se abren nuevas posibilidades de negocios.

Un panorama abierto, que necesita de reglas claras

Entre las fuentes consultadas para este informe, hay coincidencias generales en la necesidad de diferenciar una regulación robusta que otorgue garantías a la provincia, pero no que sea una barrera técnica de ingreso a las inversiones.

La Ley Provincial Nº 10.933 declaró de interés provincial la generación, almacenamiento y utilización de energías a partir de fuentes renovables y también la promoción y concientización acerca de la importancia de las energías renovables para la mitigación de los efectos del cambio climático, la disminución en la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) a fin de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Organización de Naciones Unidas en el año 2.015.

Esta normativa promueve la transformación de la matriz energética provincial, con el objetivo primordial de incrementar, de manera progresiva y continuada, la presencia de fuentes, tecnologías y procesos con huella de carbono neutral y negativa en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles y la Agenda 2.030 de la Organización de Naciones Unidas.

Además, establece como objetivo estratégico del Estado Provincial alcanzar un mínimo de 30% de la energía eléctrica total provincial proveniente de fuentes renovables para el año 2.030.

A nivel nacional se implementó el programa Renovar, lanzado por el gobierno nacional en el año 2016, que apunta a la generación de energías renovables para sumarlas a la oferta eléctrica del país con el objetivo de instalar hasta 10.000 Mw hacia el 2025. Con avances, frenos y retrocesos por la cambiante situación económica de la Argentina, algunos resultados positivos están a la vista.

Como dijimos con antelación, en Entre Ríos hay una buena ley, pero los problemas aparecen a la hora de la instrumentación. Según algunos actores relevantes del sector, “El decreto 344 no clarificó mucho la cuestión”. El EPRE sacó una resolución (Res. 96/23) con requerimientos inesperados: la figura del responsable técnico (un ingeniero matriculado que debe hacerse responsable de la instalación y responsable “de por vida” del mantenimiento, a disposición 24 horas todos los días del año).

Lo que reglamentó el gobierno y el EPRE “no sirve para nada”. Con reglamentaciones
tan complicadas solo se darán desarrollos informales. Es un esquema que no le sirve a nadie.

¿Cómo puede un privado sostener este costo? Los clientes preguntan y los inversores no saben cómo responder al tema”, reclaman algunos operadores del sector y afirman que en el fondo lo que no hay son ganas de que se realicen estas cuestiones. “Lo que reglamentó el gobierno y el EPRE “no sirve para nada”. Con reglamentaciones tan complicadas va a suceder que se van a dar desarrollos informales. Es un esquema que no le sirve a nadie”, asegura el ingeniero Elbio Woeffray, de la empresa Meyco SRL.

“Lo del profesional matriculado idóneo que se haga responsable del sistema de por vida es ridículo. Es como pedirle a una casa de electrodomésticos que se haga cargo de por vida de cómo va a usar cada uno, una licuadora”, asegura el coordinador de la Maestría en Energías Renovables de la UTN Uruguay, Andrés Agosti.

Según el ingeniero Germán Rearte, coordinador de Energías Renovables del gobierno de Entre Ríos a quien consultamos al respecto, “ese artículo podría corregirse en el corto plazo, como ya aseguró el EPRE en una reunión con la Unión Industrial de Entre Ríos”, porque el responsable técnico sólo debe garantizar la instalación correcta y que no se corren riesgos.

Para el funcionario, “teníamos un decreto del año 2016 que, si bien permitía las conexiones, se realizó con otros criterios, ya que para entonces no solo las energías renovables no tenían el impulso que tienen hoy, sino que ambientalmente no nos corría el cambio climático. La ley 10.933 contempla novedades técnicas, reduce costos, otorga beneficios y tiene la mirada ambiental actual, requerida por la sociedad. Fue bien recibida y claro que -como toda reglamentación- tiene una curva de aprendizaje e incluso pueden surgir errores que se irán subsanando, como ocurre siempre en lo novedoso y complejo. Pero hoy podemos decir que la provincia está en condiciones de igualdad con otras provincias y también otros países en materia reglamentaria de la energía distribuida”.

Como tantas veces escuchamos, sobre todo en tiempos de campaña política, Entre Ríos es la “hermana pobre” de la Región Centro. En cuestión de renovables, Córdoba lidera claramente el sector con parques solares, generación distribuida y hasta parques eólicos en la zona de Achiras. Si bien Santa Fe aún no tiene grandes desarrollos en marcha, ha mejorado la política de desarrollo y promoción en los últimos años, con notables avances, algo que en nuestra provincia aún no se observa.

Un claro ejemplo de esto, lo podemos ver si revisamos los programas nacionales de fomento a las energías renovables. En ninguno de estos programas la provincia tiene participación. “En ninguno”, remarca el ingeniero Agosti. Repasamos:

•             Programa de Electrificación Rural de Mercados Eléctricos Dispersos (PERMER): Con gran desarrollo durante 20 años en Jujuy, Córdoba, Cuyo y toda la Patagonia. ¿Cuál es la única provincia que no tiene ningún proyecto? Entre Ríos, claro. Porque los bancos no quieren financiar proyectos donde las regulaciones funcionan como una traba.

•             Programa RENOVAR (Programa de abastecimiento de energía eléctrica a partir de fuentes renovables): Logró pasar de pocos megas a muchas gigas instaladas en pocos años. ¿Cuál es la única provincia que no tiene ningún proyecto? Entre Ríos, obvio.

•             MATER (Mercado a Término de Energía Eléctrica de Fuente Renovable): es un programa que permite la comercialización de energías a gran escala entre privados, con más de 50 proyectos en funcionamiento en el país. Implica una empresa productora que se instale en el lugar y otra que demanda energía a gran escala en cercanía, para no encarecer la distribución ¿Cuál es la única provincia que no tiene ningún proyecto en MATER? Por supuesto, Entre Ríos. Y aquí la cuestión impositiva es central ya que resulta muy caro de generarla en la zona.

“En los encuentros con analistas e inversores internacionales, uno puede armar un mapa de las provincias con el desarrollo de energías renovables e incluyen aquellas que le falta la ley y las que la tienen, pero no bien reglamentadas, las que avanzaron más, etcétera. En ese caso, ponemos todas las provincias en verde, algunas en verde un poco más oscuro y una sola en rojo: ¿Cuál? Sí, Entre Ríos”, asegura el consultor internacional Agosti.

Un medidor bidireccional tiene un costo aproximado de $160.000, aunque la ley nacional
asegura que no te pueden cobrar más que uno común.

Otro de los puntos que genera enojo en el sector obedece a que se podría masificar el uso de paneles para autoconsumo. En la actualidad, un medidor bidireccional tiene un costo aproximado de $160.000, aunque la ley nacional asegura que no te pueden cobrar más que uno común, esto no sucede.

Aquí las visiones desde el gobierno son bien diferentes, ya que defienden la necesidad de instalar un medidor bidireccional. “Con la nueva ley el derecho de conexión se redujo considerablemente y se perdería el ingreso que se obtiene al vender esa energía a la distribuidora. Además, esa energía renovable si no se entrega a la red se pierde, lo que es un contrasentido en un contexto mundial de escasez energética y de búsqueda constante de mejorar la eficiencia”, asegura el funcionario Rearte.

Esto también genera problemas en el horizonte de pensar la integración comercial de regiones que pertenecen a distintas jurisdicciones, como pueden ser las ciudades de Paraná y Santa Fe. Separadas por escasos 25 kilómetros, con una autovía que las integra en menos de 30 minutos, la interacción comercial de uno y del otro lado del río, no es tan sencilla como pagar el peaje del túnel.

En tiempos de comercio electrónico e integración de mercados, aparece una barrera difícil de saltar.

El precio de salida diferente al de entrada

Otro condicionante que afecta a que se sumen más proyectos para la Generación Distribuida (producir energía con paneles para consumir y vender el excedente a la red) son los precios que regula el EPRE: se paga el kilowatt para la salida en $17, cuando para la entrada le cuesta al mismo vecino $40. En este punto, la normativa provincial sigue el lineamiento de la ley nacional, que asegura que el pago del kilowatt al usuario generador debe ser igual que el precio del costo en el mercado mayorista, el que pagan las distribuidoras a CAMESSA. En definitiva, un usuario que genere su propia energía con paneles vende el excedente a precio mayorista y en los días que necesita consumir energía de la red, la paga a precio minorista.

Un usuario que genere su propia energía con paneles vende el excedente a precio mayorista,
pero en los días que necesita consumir energía de la red la paga a precio minorista.

Estas disparidades, que ofician como reales trabas para la concreción de proyectos, se podrían minimizar si se autoriza la figura del autoconsumo con un régimen de requisitos más flexible que el actual, pero no es la visión que se tiene desde el gobierno.

En la práctica, se dan algunos desarrollos en instalaciones domiciliarias con nuevos equipamientos en paneles, pero se sectoriza una parte del domicilio, sin tener que comprar baterías que hoy son muy caras, ni inyectar la energía a la red. Y terminan siendo conexiones informales de las cuales no hay registro oficial.

Para la visión de muchos, la incidencia de instituciones gremiales en el funcionamiento de la propia empresa de energía de Entre Ríos, es uno de los principales motivos por los que la generación de energía renovable para autoconsumo no se concreta en nuestra provincia.

La incidencia de instituciones gremiales en el funcionamiento de la propia empresa
de energía de Entre Ríos es uno de los principales motivos por los que la generación
de energía renovable para autoconsumo no se concreta en nuestra provincia.

En este punto, los avances a nivel nacional han sido notables en los últimos años. Se acaba de reglamentar la ley de Generación Distribuida Comunitaria, para que en una cuadra se junten los vecinos con una mini planta de generación, mediante la Resolución 608/2023 publicada en el Boletín Oficial de la República Argentina. Pero por aquí, aún estamos lejos de esa realidad.

Hoy en día, el Congreso Nacional carece de liderazgos claros que conlleven a acuerdos entre las jurisdicciones y los distintos espacios políticos que las conducen. En tiempos electorales en los que se debate sobre mayor presencia del Estado o un ajuste a las políticas públicas, quizás buscar el consenso sobre la obtención de los recursos necesarios de manera eficiente, sin poner palos en la rueda al sector productivo, sea un buen primer paso.

Potencia Habilitada
Fuente: Informe Generación Renovable Variable – CAMMESA – Julio 2023

Nuevos vientos

¿Puede Entre Ríos contar con parques eólicos? Según las primeras estimaciones técnicas, la respuesta debería ser un sí. Los tiene Córdoba, Buenos Aires y también Uruguay. El ex secretario de Hacienda de Paraná, recientemente fallecido, Eduardo Macri, aseguraba que iba a ser una de los principales proyectos del intendente Adán Bahl si llegaba a la gobernación. “Hay tres zonas de la provincia donde es muy factible su instalación”, aseguraba ante quienes lo consultaban.

Según estimaciones del sector, la energía eólica generará en Argentina un ahorro en divisas por U$S1.838 millones durante 2023 y disminuirá el costo de generación del kilowatt. Este mismo estudio estimó que la generación eólica permitió evitar pagos al exterior por 3.250 millones en 2022, 800 millones en 2021 y 1.300 millones entre 2016 y 2020. Es una energía con un desarrollo incipiente, pero con gran potencial.

Recordemos que la generación renovable eólica reduce de manera directa la dependencia y el consumo del gas, el GNL y combustibles líquidos importados. Este año se conocieron planes de inversión para las provincias de Córdoba y Buenos Aires, pero en nuestra provincia aún no aparecen grandes noticias al respecto. En Argentina hay 997 aerogeneradores distribuidos en 61 parques eólicos.

También los mapas de vientos han detectado zonas con potencias interesantes en cercanías a Ramírez y el corredor de la Ruta 12, el límite entre los departamentos Paraná y Diamante y en el departamento Federación.

Basta observar lo que sucede al otro lado del río Uruguay con una geografía muy similar a la nuestra. La República Oriental del Uruguay cuenta con un total de 43 parques eólicos que generan energía, de los cuales el 80% fueron construidos con inversión privada y el 20% restante a través de una empresa estatal. La producción de estos parques representa hoy un 33% del origen de la energía eléctrica uruguaya.

El modelo uruguayo, virtuoso por donde se lo mire, es un claro ejemplo de que con previsión
y reglas claras se pueden desarrollar fuentes alternativas de energía.

El modelo uruguayo, virtuoso por donde se lo mire, es un claro ejemplo de que con previsión y reglas claras se pueden desarrollar fuentes alternativas de energía. Los molinos de viento instalados tienen una vida útil de 20 años, generan bajo impacto ambiental (solo una sombra proyectada sobre el campo), son silenciosos y funcionan con vientos de baja velocidad. En el país vecino, algunas empresas pagan unos U$S5.000 al año por el arrendamiento del espacio de instalación de un molino, que suele ser media hectárea.

Una salida al laberinto

Como dijimos en 2014 las energías limpias llegaron para quedarse. Como mostramos en esta nota, Entre Ríos no solo perdió terreno dejando pasar una oportunidad única, sino que se encuentra totalmente rezagado en este aspecto.

Hasta se ve la paradoja que muchos edificios públicos de ciudades entrerrianas incorporan renovables, pero lo hacen de manera informal porque no pueden cumplir con los requisitos que exige la ley. Se ve en cuarteles de bomberos o centros de salud.

“Tenemos que rediscutir este tema, pero sin sesgos políticos”, asegura Agosti, ingeniero cordobés que hace 8 años vive en Entre Ríos. “He visto muchos casos de éxito en otras provincias, pero con otro marco regulatorio”, asegura.

De todas formas, pese a estar último en esta carrera y a varias vueltas de distancia de los líderes, Entre Ríos tiene condiciones y potencialidad para dar el gran salto y superar todas las barreras.

Primero, hay que lograr hacer ver a la dirigencia lo que implica esta oportunidad, y ese es el gran desafío.

Luego, aprovechar la condición geográfica que lo hace posible. Sin contar con el viento de la Patagonia o con la potencia solar de las provincias del norte cordillerano, existen condiciones para que ambas producciones sean rentables.

Parque eólicos en Argentina

Entre Ríos no solo perdió terreno dejando pasar una oportunidad única,
sino que se encuentra totalmente rezagada en este aspecto.

Aunque los especialistas coinciden que la perla entrerriana es la biomasa. Este tipo de energía renovable es de mayor calidad que la solar o la eólica, porque tiene una disponibilidad más amplia. Se puede generar durante las 24 horas del día durante los siete días de la semana. No depende de que haya viento o sea un día soleado para abastecer un sistema.

Una anécdota algo vieja continúa siendo muy gráfica sobre la cuestión: en uno de los salones de espera de la Secretaría de Energía de la Nación supo haber hace unos años un cuadro con una gran fotografía de una planta de biogás con efluentes cloacales derivados a una turbina (ubicada en el Establecimiento Las Camelias, en cercanías de San José, departamento Colón). El cuadro era tomado por los funcionarios como un ejemplo de punta, para mostrar la potencialidad que tenía Entre Ríos en renovables. Hasta el momento, sigue siendo el único proyecto grande al respecto. La provincia ha dejado pasar una gran oportunidad. Y de aquel cuadro, vaya a saber uno lo que pasó…

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