Tuvimos un primer semestre muy bueno y una segunda mitad del año bastante mala. La actividad fue positiva si miramos el contexto en el que estamos. El trabajo fue parejo y aparecieron nuevos clientes, logramos no parar la actividad y pudimos mantener todo el personal, con renovación del equipo, pero sosteniendo la cantidad de gente. Fortalecimos toda la relación con las empresas de la zona.

No nos preocupan las nuevas medidas porque, de hecho, las pymes del interior casi no hemos tenido beneficios. En toda nuestra vida hemos tenido que competir con lo propio que tenemos. Nunca dependimos del Estado. Somos un sector que, en el interior del interior, ni siquiera hemos tenido posibilidad de acceso a los créditos del Banco Nación… así que para nosotros poco puede cambiar.

Es más, creo que será positivo el cambio, porque las nuevas políticas van en función del fortalecimiento del sector privado y un ordenamiento sumamente necesario del sector público. Y esto ocurre tanto en Nación como en Provincia.

Seguramente el año que viene sumemos más personal. Estamos buscando dos ingenieros y tres oficiales que no encontramos todavía en el mercado.

Creo que el primer cuatrimestre será complicado, pero desde mitad del año que viene las expectativas son mucho mejores. La incertidumbre pasa por las nuevas medidas, pero la gente fue clara en las urnas, así que creo que los cambios se harán, por las buenas o por las malas.

La macro es la principal preocupación que tenemos y cuánto tiempo llevará ordenarla. La falta de precios y la disponibilidad de materiales. Hoy no tenemos precios ni entrega de materiales. Es muy difícil presupuestar nada así. Con la macro ordenada, creo que será todo para ir para adelante y crecer.

En Entre Ríos es fundamental fortalecer la producción y el trabajo de las Pymes. Tenemos para crecer al doble de puestos de trabajo con muy pocas cosas que pasen. Después, la infraestructura de caminos y el tema energético. Tanto ENERSA, el Banco de Entre Ríos como GASNEA no existen.

Ninguno está al servicio de la producción. Acá hace tres años que esperamos que nos bajen una línea de luz para poder utilizar las instalaciones que tenemos. Los caminos son un desastre, desde las rutas troncales hasta las rutas provinciales; y la conectividad de internet es casi inexistente en el interior.