Juan Pablo Cerini - Gerente Comercial de El Hinojo SA
“El sector cárnico no es el de la década de 1990, no nos preocupan las importaciones con un dólar competitivo”
El Hinojo SA – Victoria y Paraná
Empresa agropecuaria que transforma sus granos con producción de cerdos y una cadena de carnicerías con la marca “La Porca”.
Fue un año marcado por la sequía. Somos básicamente una empresa agropecuaria y el primer trimestre fue muy duro hasta que pudimos entender el impacto económico y financiero que nos iba a provocar. Y eso nos condujo más de la mitad del año. El balance es que pudimos seguir funcionando casi con normalidad, con una fuerte caída de la producción y financieramente la pudimos capear. La cosecha fina que está terminando y que viene bien, nos vuelve a generar expectativa para terminar de revertir esos números con la campaña gruesa para el fin del ciclo agrícola a mediados de 2024.
En la parte de cerdos la sequía también impacta en la disponibilidad y los precios de maíz. Nosotros aseguramos la provisión de ese maíz, pero en el mes a mes, con un producto escaso y en dólares se contrapone con una carne que se vende en pesos en el mercado interno. Hubo momentos donde las grandes tuvieron rentabilidades negativas, incluso siendo eficientes. Por su lado, las carnicerías se mantuvieron con buenos resultados y ventas estables, a pesar del contexto recesivo y la inflación.
El proceso de integración con los nuevos socios productores, siguió por el buen camino. Como todo sistema nuevo requiere ajustes y particularidades, pero estructuralmente el modelo está funcionando. De nuestro lado estamos muy conformes y entendemos que los socios también. Es muy valioso el esquema asociativo.
Sin duda que cualquier escenario de incertidumbre preocupa, y si está asociado a una mayor recesión, con más razón. Al tener una parte de la empresa que produce granos, vinculada a la exportación, con un clima que promete ser benigno para esta campaña que de alguna manera nos genera expectativa. Pero del otro lado tenemos la producción y comercialización de carne de cerdo que mira el mercado interno y en una recesión nos preocupa la caída de las ventas por pérdida del poder adquisitivo de la gente y esto también impacta en la colocación de los animales que producimos. Es una producción en cadena que no da tiempo para manejar los vaivenes económicos. En cuanto a la apertura de importaciones es en términos muy relativos. El sector porcino y la cadena cárnica no son las que fueron en la década de los 1990 donde la importación le hizo mucho daño a la producción. El entramado productivo es distinto y el esquema de consumo también es diferente. Siempre y cuando la apertura de importaciones se de en un esquema de macroeconomía ordenada o en camino a ordenarse. Si tenemos un dólar competitivo que nos permita exportar no nos va a dañar la importación porque va a ser caro para Brasil venderle a la Argentina. Nuestro país es eficiente en la producción, incluso más que en muchas granjas de Brasil. Donde son más competentes que nosotros es en la industrialización. Y el problema está en realidad en un solo corte, que es la bondiola. Para ellos es un corte que no consumen y para nosotros tiene un alto valor. La importación grande de ese corte es donde se genera una distorsión, pero con una macro ordenada, no tendría afectarnos.
El año que viene deberíamos sumar más gente. Ya somos 130 en la empresa y probablemente podamos crecer más de un 10% en 2024. Cada unidad de negocios necesita crecer y en todas se necesita más gente. Tanto en la agricultura como en las granjas y ni hablar en las carnicerías. En todas tenemos posibilidades de crecimiento.
Las expectativas están en este cambio de modelo. Debemos estar muy atentos a esta reconfiguración y cómo nos reubicamos con la empresa en este nuevo contexto de reacomodamiento de variables. Las correcciones son las que hay que hacer. Entendemos que habrá meses recesivos y el mercado interno lo va a sufrir. El clima va a acompañar y es la razón para ser optimista. Por el lado de las variables macro, el optimismo es de mediano plazo, pero en el medio están los próximos meses y el impacto en el factor social, que es lo que hay que atravesar.
Como productores y empresa tenemos dos necesidades fundamentales en infraestructura: Caminos y Energía. Nuestra granja no tiene energía trifásica y es indispensable para el crecimiento que queremos tener. Y lo mismo sucede con los caminos rurales, la falta de mantenimiento y la necesidad de mejoramiento. Al Gobierno de Bordet le presentamos proyectos para el mejoramiento de caminos con broza junto a los vecinos y lo mismo para el tendido de la red trifásica donde los vecinos financiaban una parte. En ninguno de los dos casos tuvimos respuestas ni pudimos avanzar.
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