Saúl Hojman - Director de Hojman Negocios Inmobiliarios
“El inmobiliario es un negocio de expectativas, y la incertidumbre lo derrumba”
Hojman Negocios Inmobiliarios - Paraná
Empresa tecnológica de innovación digital y fábrica de software.
Terminamos un año de una gran incertidumbre política y de expectativas que no se pudieron cumplir. Quien quería cambiar una casa esperó todo el año. Los inversores no estuvieron en el mercado esperando que aparezcan certezas. La indefinición hasta noviembre de quién sería el nuevo presidente tuvo en vilo y frenó todo el negocio. La degradación en los valores de las propiedades, promedio, bajaron un 40% sobre los precios que ya se habían reducido en los años anteriores, y ni siquiera eso se reflejó en una mayor venta de propiedades.
Por nuestra parte, como estamos diversificados, tenemos un fuerte componente de ingresos por la administración de propiedades y eso nos permitió mantenernos sin muchos problemas.
El área de locación de viviendas fue sumamente problemática, tanto para locadores como para locatarios. La Ley de Alquileres fue un desastre, no le sirvió a nadie. Ahora debemos esperar. La derogación de la Ley es correcta y las reglas de juego que plantea el DNU puede dinamizar el mercado, pero además les devolverá tranquilidad a ambos actores.
Este es un negocio de expectativas. Mientras no haya certidumbre, no hay operaciones.
Todas las nuevas medidas económicas que se están hablando todavía nos generan preguntas, principalmente. Obviamente es un giro de 180 grados en la política social y económica del país, pero cómo resultará y si se podrán implementar todas estas medidas, no sé. El mejor síntoma de desregulación del mercado es el tema de alquileres. Si realmente queda firme el DNU ingresarán (o volverán) más actores al mercado y el valor de los alquileres, en pesos constantes, va a bajar. Hoy, con la Ley anterior, los propietarios debían poner un precio muy alto en el primer mes para que, cuando llegue el mes 6 y el mes 12 que diluían el monto real por la inflación, ese precio no haya perdido todo su valor. Con ese esquema, el locador queda totalmente desamparado. Paraná (y Entre Ríos) no tiene inversores con una cantidad importante de propiedades. La gran mayoría tiene uno, dos o tres departamentos y, con ese alquiler, suma un ingreso a las magras jubilaciones que pueden tener.
El año próximo tendrá un primer semestre muy duro y después volvemos al tema de incertidumbre de lo que pasará. Y el principal miedo pasa por lo social. Hoy la mayoría de nosotros como empresas, estamos preocupados por la cantidad de gente que no llega a fin de mes; el sueldo de un empleado de comercio se diluye en los primeros 10 días.
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