Germán Jorge, Presidente de Dimaco SA
Dimaco, Paraná – Distribuidor mayorista de materiales para la construcción en varias provincias del centro y norte del país
BALANCE 2024
PERSPECTIVAS 2025
Este año fue difícil, duro para toda la industria de la construcción y no fuimos la excepción. La verdad es que tuvimos una caída importante en los despachos. Estábamos preparados para pasar una coyuntura de este tipo, pero fue realmente un año muy difícil. A pesar de ello, logramos mantener el plantel de empleados y continuamos con proyectos importantes, como nuestro nuevo centro logístico y sede en Acceso Norte. Aceitamos la relación con nuestros proveedores como Acindar, Holcim y Cerámica Rosario, pero se vió limitada la capacidad de acción por la caída en los recursos.
Enfrente tenemos una realidad que no depende tanto de la coyuntura actual, sino los cambios en la comercialización a nivel mundial y en Argentina en particular por la apertura de importaciones. Llegó el momento en que tenemos que trabajar mucho más eficientemente y optimizar los recursos para ser mucho más competitivos. Y es el gran desafío actual. Tenemos que implementar tecnología, inteligencia artificial, mejorar procesos, crecer en volumen y todo esto para mantenernos en el mercado.
Creo que la sociedad tomó la decisión de cambiar el rumbo. No sé si se podrán mantener todos con la profundidad que se está buscando. Pero sí tendremos un país más normalizado y con reglas de juego más claras. Sin una inflación que desdibuja todas las cosas. Se trabajaba subsidiando todo… creo que esas cosas no las vamos a ver más.
Como te decía, estamos haciendo las primeras pruebas en inteligencia artificial. Son tecnologías que se pueden utilizar en todas las áreas, pero primero tenemos que ver cómo las implementamos a lo nuestro. Hoy estamos haciendo un trabajo de búsqueda, después una adaptación de esa tecnología a nuestra forma de trabajo con un proceso de prueba y error, para después concentrarnos en la implementación y en cuáles áreas nos brindará mejores soluciones. Porque adoptar algo para después volver para atrás no tiene sentido.
Va a cambiar mucho nuestro sector y no solo por la aparición de nuevos materiales con la importación, sino también por lo que está cambiando la tecnología, con menos gente. Cambia la forma de comercializar: es muy probable que dejemos de comprar y vender y pasemos a operar por cuenta y orden del proveedor y nosotros prestar más un servicio logístico, de cercanía y capacitación al cliente. Quien no logre diferenciarse puede quedar en el camino.
Para el 2025, vemos un mercado todavía planchado en los primeros meses, especialmente con la obra pública detenida y el dólar generando incertidumbre. Esto hace que muchas expectativas de compra se hayan frenado esperando ver cómo quedan los precios. Los corralones también están muy quietos, ahora vienen las fiestas, después las vacaciones y luego las clases. Asi que hasta abril no prevemos recuperación. Esperamos que los desarrollos privados se reactiven gradualmente y que una buena cosecha en el agro pueda generar un efecto positivo en otros sectores. No veo un año con una gran recuperación de la construcción.
Las preocupaciones se centran en adaptarnos a los cambios internacionales y nacionales, como la apertura de importaciones y la necesidad de ajustar precios para ser competitivos. Tenemos que esperar que las multinacionales se adapten al nuevo contexto y acomoden los precios, que deben bajar ya que estamos muy caros a nivel internacional. Y la otra gran preocupación es si vamos a ser capaces de hacer los cambios a tiempo, sobre todo para mantener el nivel de gente en la empresa. Necesitamos crecer y ganar productividad. En empresas chicas como la nuestra hay una relación con el personal que va más allá del ámbito laboral y es fundamental sostener el trabajo.
La transición hacia un contexto sin inflación también implica un cambio profundo en nuestra gestión financiera, ya que debemos ser extremadamente ordenados para evitar pérdidas por sobrestock o decisiones equivocadas.
