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Cuando el “no hay plata” es la gran excusa

La política cree que el dinero sale de los cajeros automáticos.

M.O

Por Martin Oleinizak

Llegó el tiempo en que la comodidad del Estado se terminó. ¿Lo entendieron?

En muy pocos años, los funcionarios políticos pasaron de trabajar en un cargo del Estado por la mañana y militar en su partido político por la tarde, a sólo militar para sí mismo con las arcas del Estado durante todo el día. Se desvaneció la parte que tocaba “trabajar” y se limitaron a conducir “sin volcar”.

Perdón, pero es la percepción que tenemos. Y si estuviéramos equivocados, los resultados electorales del año pasado no hubieran sido tales.

Lo más grave de nuestra afirmación es que los ejemplos van desde arriba hacia abajo. Por lo tanto, si quienes ocupan los cargos superiores poco les importa su función, no podemos esperar otra cosa de los de abajo. A esto se suma que si quien dirige busca acomodar principalmente su “quinta personal”, quienes son dirigidos también quedan atentos al “kiosco” que puedan armar en sus adyacencias.

Es el axioma que ha llevado a la decadencia del sistema de representación. En todos los ámbitos no existen más los “sellos”. Hay una crisis de liderazgos que se potencia con un cambio de época atravesado por una tecnología exponencial (palabra que ni siquiera entiende su significado el ámbito político), y por las nuevas generaciones que no se contentan con el “así fue siempre”, “vivir para trabajar” o “no importa el propósito”.

Hoy todo se puede cuestionar. Y entre los principales cuestionamientos están los privilegios. De esto podemos escribir páginas, revistas enteras… libros. Simplemente uno, como para entender que la discusión es profunda y nos impacta a todos: ¿alguien puede explicar razonablemente por qué la Justicia tiene una “feria” (vacaciones) de 15 días en julio y 30 días en enero, cuando es el sector con los ingresos más altos de toda la administración pública del país y es uno de los peores y más cuestionados servicios? El problema es que en vez de cortar este “privilegio”, lo estamos multiplicando, al menos en Entre Ríos. En los últimos años, no solo desde el Tribunal de Cuentas, sino hasta en varios municipios “cierran” una o dos semanas en julio para salir de vacaciones. Ni hablar desde finales de diciembre a enero, cuando ya son habituales los “feriados administrativos”. Evidentemente no tienen mucho trabajo.

Quienes hacen las normas son los mismos que las “disfrutan” y así se puede entender los incrementos de salarios constantes “para ganarle a la inflación” que ellos mismos han producido. La Caja de Jubilaciones de Entre Ríos es parte también de estos “privilegios” instaurados y que han tomado “derecho histórico propio” y debemos pagar todos los entrerrianos.

Ha habido una apropiación del Estado que debe terminar. Y es lo que está reclamando la gente. Entre Ríos no es la excepción.

“No hay plata”, la excusa

Textual del mes de diciembre, Rogelio Frigerio días antes de asumir la gobernación, en la entrevista que le hizo el programa X-Más: “Toda la dirigencia argentina -no solo la política, la dirigencia en general-, tiene que entender que hay un quiebre con la sociedad. Que la sociedad se hartó. Que no se puede seguir tirando más de la cuerda. Que tenemos que ser eficientes, eficaces y austeros a la hora de gestionar la cosa pública (…), si hacemos eso, podemos cerrar la grieta más grande que hay en Argentina que es entre la gente y la política. Quizás, el hecho de que no hay más margen, de que la gente no aguanta más, haga reflexionar a la dirigencia y que entienda que llegó el momento de hacer las cosas de otra manera…”

Es cierto. No hay más margen. Y tampoco hay vuelta atrás. Lo que se ha visto desde el gobierno nacional en cuanto a la apropiación del Estado para el propio beneficio de quienes ostentaban diferentes áreas de poder, tiene que terminar.

La confirmación es que más de la mitad de los argentinos sigue teniendo confianza en el nuevo gobierno, a pesar de estar soportando el ajuste más grande de la historia argentina. También eso tiene un límite y la paciencia comienza a agotarse si no aparecen resultados tangibles en materia de gestión.

Y cuando se cruza el ajuste totalmente necesario con la gestión, aparece la necesidad de eficiencia y eficacia. Comienza una nueva etapa donde cada persona que aceptó ser funcionario debe responder de sus actos y debe TRABAJAR.

¿Se puede gestionar sin plata? Sí. O por lo menos lo han logrado otras provincias que han crecido en el mismo contexto macroeconómico que tuvo Entre Ríos. Y el propio gobernador lo afirmó a esta revista cuando era candidato: “Con las mismas condiciones que Santa Fe y Córdoba nos convertimos en la hermana pobre de la Región Centro, cuando en la historia Entre Ríos se animaba a disputarle el liderazgo a Buenos Aires. Es pura responsabilidad nuestra, no le podemos echar la culpa a nadie. Solo de los malos gobiernos locales que tuvimos”.

Entonces, si no hay plata, debe haber ingenio, innovación, esfuerzo, trabajo y una fuerte mirada hacia adentro. “...Y hacer cosas distintas”, dijo el gobernador.

Dejar de cazar en el zoológico

Una de las formas de salir adelante es generando recursos propios, porque la plata no sale de los cajeros automáticos, como están convencidos la gran mayoría de los dirigentes políticos.

El ejemplo más simple para entenderlo está en la recaudación fiscal.

A nivel provincial, el impuesto a los Ingresos Brutos, que debería haber sido eliminado en el año 2019 por el Acuerdo Fiscal que habían firmado todos los gobernadores, aporta el 75% de los recursos propios de Entre Ríos. Un impuesto totalmente regresivo y que encarece la economía y el bolsillo de todos los ciudadanos es el que aporta más dinero a las arcas provinciales.

Lo mismo sucede en los municipios con las Tasas de Higiene y Profilaxis. Impuestos ilegales que se calculan sobre un monto de facturación y que no tienen razón de ser, porque los municipios sólo pueden cobrar Tasas (no impuestos) por contraprestación de servicios. En el caso de la Tasa, no hay contraprestación alguna asociada.

Volvamos a ATER. Porque los otros tres impuestos que aportan fondos para las cuentas públicas, dos son patrimoniales y el restante es otro sinsentido: Sellos. ¿Alguien puede explicar cómo un bien inmueble aporta lo mismo que un vehículo? Hoy, la recaudación del Inmobiliario provincial como Automotores representan casi el mismo monto para Entre Ríos. La provincia llegó a explicar el 27% de su recaudación con el Impuesto Inmobiliario y hoy apenas llega al 9%.

Que quede claro. No es que estamos pidiendo que se cobren más impuestos, no hay capacidad ya para eso. Estamos pidiendo que se deje de cazar en el zoológico.

Porque, de acuerdo a relevamientos que nos constan, existen entre un 80% y un 200% de metros cuadrados edificados que no están aportando. Las bases catastrales están obsoletas.

No hay gestión desde las bases -los municipios-, para tener una actualización del crecimiento que han tenido los barrios y las ciudades. Hoy, para los catastros municipales o para la Provincia, donde les figuran baldíos hay casas importantes y barrios enteros, que inclusive, hasta la propia provincia construyó.

“Ampliar la base tributaria es todo lo contrario de cobrar más impuestos. Incluso podría permitir bajar considerablemente los tributos”.

Ampliar la base tributaria es todo lo contrario de cobrar más impuestos. Incluso podría permitir bajar considerablemente los tributos. Es incorporar al sistema la gran mayoría de los metros cuadrados existentes que no tributan. Es, precisamente, la verdadera Justicia Social. De la real, no la declamativa que hemos tenido durante décadas.

Claro, esto significa TRABAJAR. Y trabajar es PRODUCIR. Y producir es TRANSFORMAR; es darle valor a algo. Lo contrario son los subsidios, aportes y demás instrumentos que solo transfieren a las cuentas bancarias y donde constantemente se sigue poniendo el foco y los reclamos.

Porque se sigue creyendo que la plata sale del cajero automático y ahí llega desde Provincia o Nación.

Quienes vivimos dentro del zoológico estamos cansados que nos cacen descontroladamente.

Es tiempo de que intendentes y el ejecutivo provincial comiencen a gestionar y pensar “con recursos propios”.

Es un oxímoron que municipios y provincia digan “no hay plata” cuando tienen todo por hacer y producir. 

Capacidad e idoneidad

Armar un gobierno en el actual contexto es todo un desafío. Como dijo Rogelio Frigerio antes de asumir en la entrevista que le hicimos para televisión: “la política repele a la gente que le va bien en el sector privado”. Está sobre entendido el por qué. Y luego agregó: “Lo único que tomé en cuenta para nombrar a mis funcionarios es la idoneidad y los valores morales de las personas. La cultura política era pagar con un cargo. La gestión debe estar en manos de los más idóneos, no de los más amigos y -muchísimo menos- de los familiares. Ahora vamos a ver al equipo caminando. Todos están a prueba. Los que no den respuesta, se tendrán que ir a su casa…”

Pasaron ocho meses de gestión. Ha sido un tiempo extremadamente complejo. Pero ya transcurrió casi el 20% de la gestión. ¿Son estos los funcionarios ideales para cada área? ¿Todos mostraron su compromiso e idoneidad? En cargos importantes hay varios nombres de reconocida impericia y escasa trayectoria. ¿Fueron favores políticos? En este último mes se nombraron más funcionarios provenientes del peronismo de Concordia, ninguno en algún cargo donde su CV sea determinante, ¿no estaremos pagando “favores políticos”?

Según nos dijo el gobernador, eso no iba a suceder más, se terminaba con el comienzo de esta gestión…

Para cerrar, lo hacemos con las palabras del propio Frigerio en la misma entrevista: “la buena noticia es que no hay otro camino posible: si no apuntamos en Entre Ríos a la cultura del trabajo, al esfuerzo, al mérito, al orden, a la educación… no tenemos futuro. Y la ciudadanía es la primera que entendió esto. Ahora espero que la dirigencia también lo haga…”

Nosotros también estamos esperando que la dirigencia lo entienda.

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