Getting your Trinity Audio player ready...
|
La recaudación de Entre Ríos cerró el año 2024 con ingresos que llegaron a los 621.113 millones de pesos, lo que implicó un incremento interanual del 192,4% respecto a los números de 2023, cuando habían ingresado 41.525 millones de pesos.
En una Argentina que tuvo una inflación del 112,5% durante el año, los números recaudatorios no fueron malos. Ahora, si miramos cómo se comportó el crecimiento interanual en la ex AFIP y actual ARCA la cosa cambia, porque el incremento interanual para el organismo nacional fue del 205,6%, lo que implican casi 6 puntos porcentuales por sobre la recaudación de ATER.
La otra gran preocupación que debería tener el Gobierno de Entre Ríos es la conformación de la recaudación provincial. Lo venimos reiterando cada publicación y cada año que pasa. Ingresos Brutos sigue aumentando en la participación total y ya se explica el 76% de los ingresos propios que tiene Entre Ríos. Mientras que el Impuesto Inmobiliario, el Automotor y Sellos se ubican en torno al 8% cada uno.
¿Qué significa esto crecimiento de IIBB en la participación total? Simple. La Administradora Tributaria de Entre Ríos cada vez trabaja menos. La recaudación de IIBB es casi automática. Quienes aportan a este impuesto son comercios, profesionales y empresas que deben tener sus tributos al día por el propio funcionamiento de la misma. A eso se suma la recaudación automática de las Retenciones y Percepciones anticipadas que las medianas y grandes deben hacer obligatoriamente.
¿Por qué cae el impuesto inmobiliario? Una parte la explica la crisis económica, obviamente; pero otra la falta de fiscalización. Casualmente, es una de las responsabilidades que tiene el personal de ATER. Y la caída estrepitosa no es de este último año, sino que ha sido constante y vertiginosa en los últimos 12 años. De hecho, en 2012, el impuesto inmobiliario representaba el 27% del total de lo recaudado. Desde ese año a la fecha, ha ido retrocediendo constantemente hasta tocar los niveles más bajos en 2024.
Porque además del dato cuantitativo de la caída recaudatoria, se debe sumar el crecimiento demográfico de la provincia, donde cada año se suman nuevas propiedades que deberían estar tributando como todo el resto. Sin embargo, ese padrón se mantiene estable y hasta en retroceso. Son infinidades de propiedades que están sin declarar. Edificios enteros que siguen figurando como terrenos baldíos. ¿Qué ha hecho el organismo en todo este tiempo al respecto? Nada.
Pero ¿Qué han hecho municipios como Oro Verde, Colonia Avellaneda o San Benito, los cuales han tenido una expansión territorial más que visible con las nuevas propiedades? ¿Están declaradas? ¿Están relevadas catastralmente? La respuesta, para la gran mayoría de los casos, es no. Y lo tenemos comprobado.
Volviendo a ATER. Los empleados de este organismo, ¿cobran un plus por eficiencia de recaudación? Creo imaginar que con estos resultados no se está pagando. ¿O sí?
Entre Ríos menos competitiva
La legislatura entrerriana se encuentra en proceso de completar la sanción de las reformas al Código Fiscal. El proyecto remitido por el gobernador Frigerio sostiene en sus considerandos que busca adaptar la política tributaria al contexto económico y promover una distribución equitativa de las cargas fiscales. Dicho esto, ¿Que real impacto tiene esto en los sectores productivos de la provincia?
En principio la reforma que se presenta con intenciones hacia una baja de impuesto, no representa de fondo un camino hacia eso. Si bien hay sectores que reciben algunos beneficios, en lo que refiere a producción industrial se nota claramente que esta nueva manera de categorizarlas que propone el texto de la ley no resultará beneficiosa.
Las reformas que seguramente se implementarán terminan poniendo a Entre Ríos en situación de desventaja respecto de las otras provincias de la Región Centro. En comparación con Santa Fe, por ejemplo, el Impuesto a los Ingresos Brutos, alcanza al sector industrial con alícuotas del 1,5% al 2, con límites mínimos de $432 millones anuales, sin embargo, también desde 2018 las empresas pequeñas y medianas según la escala SEPYME, mantienen un régimen de promoción con alícuotas de 0%. Además, el Régimen de Promoción Industrial de Santa Fe otorga exención total de impuestos provinciales para actividades industriales.
Por otra parte, Córdoba posee para su industria un alícuota general de 1,2% que en casos de presentación de proyectos específicos en el marco de la Ley Provincial 10.792, el impuesto puede ser eximido de 5 a 15 años, según el caso.
¿Qué pasará con las industrias en Entre Ríos? Si se parte de la hipótesis de comparar el nivel de ventas que las empresas tuvieron en 2024, se verán afectadas por un lado porque el límite de la facturación para determinar categorías se ha actualizado menos que el incremento inflacionario lo que las hace subir de alícuota y por otro lado el cambio de base imponible deja de contemplar la totalidad de las ventas para sólo considerar la facturación atribuible a la provincia, si bien estos dos puntos podrían compensarse entre sí, las empresas más pequeñas, con mayor venta en la provincia, pasarán a tributar como medianas, pasando de tributar 0% a 1% y las medianas como grandes, pasando de la alícuota de 1% 0 1,25% a 1,5%.