Fue un año muy bueno, no tanto en lo económico, sino en la actividad. Vivimos de lo que tiene que ver con la ganadería y el transporte agropecuario. La sequía generó inconvenientes, por un lado, pero por otro permitió que haya movimiento de animales todo el año. El principal enemigo del feed lot es el barro y se movieron muchos animales. La realidad es que nunca paramos de trabajar, seca, creciente, buenos precios… la hacienda al final del año emparejó el dólar y muchos se quedaron en el negocio.
Fue un año muy violento para el negocio. El que se durmió en algún momento del año, se complicó. En enero, una jaula de animales costaba 10 millones y terminamos el año con una jaula a 30 millones (en pesos), es fuerte la suba. 30.000 dólares la jaula de novillos pesados costaba en 1998. Hace 25 años que esto no pasaba. Y esto no es ni por Masa ni por Milei; la seca trae desgracias y consecuencias, y los productores se desprendieron de rodeos. El que vendió y compró dólares, es muy difícil que venda los dólares para comprar hacienda. Quien salió del negocio se le hizo complejo volver a ingresar. El sector se ha achicado, incluso con grandes actores saliendo del mercado. Los frigoríficos son quienes están creciendo su participación en la producción. La industria ha sido el gran beneficiado en los últimos 4 años. La clave hoy, más que ser un buen productor ganadero, es ser un buen comerciante.
Nosotros tenemos los dos feed lot llenos, hicimos inversiones grandes en cemento y patios de comida, nuevos bunkers de maíz; y también crecimos en ganadería propia en la empresa. Trabajar, lo hicimos bien. Ahora, la rentabilidad se la comió la inflación. Con seca o inundación no se puede especular, se trabaja igual.
El nuevo gobierno ya produjo un gran cambio necesario que era el dólar. No existe que tengamos una cotización de 350 y otro de 900. Era imposible trabajar así. Cómo seguirá el resto de las medidas, está por verse. Va a haber hacienda, también oferta y va a faltar exportación. La oferta en el país existirá por la recesión y estará dentro de ese marco que es la “estanflación” de la que se está hablando. Se ha generado mucho stock en varios sectores y en algún momento se va a necesitar vender. Y ahí entrará a jugar el mercado libre de oferta y demanda.
En el 2024 continuará El Niño con lluvias y crecientes, y eso implica un constante movimiento de animales. Habrá precios sostenidos por la falta de novillos grandes y estará muy firme la exportación.
Lo que me preocupa es la inseguridad en las rutas para trabajar. Cada carga que transporta un camión son montos millonarios y hoy es proclive a tener incidentes. Estamos por un camino nuevo, sin antecedentes, con un presidente que no obedece a las lógicas del sistema político tradicional.
Es cierto que los políticos están muy lejos de la gente, como dijo Frigerio. Pero lo mismo han dicho los gobernadores que ya no están, y después solo vienen de paso y no se enteran de lo que pasa en las empresas. Hay que buscar que las compañías grandes de cada sector vuelvan a creer. Y a las pymes preguntarnos qué necesitamos y si queremos crecer, duplicar o diversificarnos. Nosotros estamos para invertir en actividades cercanas a la nuestra. No descarto algún día instalar un frigorífico. Me encantaría.