Como hicimos en la edición anterior con los candidatos a gobernador, ahora vamos por los principales candidatos a intendente de la ciudad capital.
Paraná sufrió durante varios años de pésimas intendencias que la llevaron a una decadencia importante. Desde falta de servicios públicos acordes o mantenimiento de calles y espacios públicos hasta una merma en políticas claras referidas a la generación de riqueza, empleo o inversión.
La contracara fue la ciudad de Santa Fe y esto se fue palpando con dos datos incontrastables. El primero es el tráfico sobre el túnel subfluvial. Hace dos décadas atrás, tenía una tendencia muy fuerte desde la capital santafesina a la ciudad de Paraná en los fines de semana, para aprovechar desde el paisaje hasta la oferta educativa, cultural o gastronómica. Sin embargo, esa tendencia cambió en este siglo. Las inversiones en infraestructura y el desarrollo general de Santa Fe, terminaron generando un polo de atracciones que revirtió el tránsito de una ciudad hacia la otra. Hoy, el peregrinar de entrerrianos los fines de semana, es una constante.
El segundo aspecto también tiene que ver con lo económico, pero es más grave. Los inversores paranaenses se cansaron del manoseo, de la falta de previsión, de los cambios de reglas de juego constantes y de la máquina de impedir que se había convertido el municipio paranaense, y volcaron buena parte de sus recursos a la vecina capital.
En la actual gestión municipal de Adán Bahl que está finalizando, esto cambió en buena medida. Muchos de estos factores se fueron corrigiendo y hemos tenido casi cuatro años de recuperación de la infraestructura, la trama vial y varios servicios, además de políticas claras en cuanto a turismo, inversiones y trabajo mancomunado con el sector privado.
De igual manera, recuperar a Paraná del pozo donde había caído no es tarea sencilla, y de ninguna manera alcanzan cuatro años de gestión para completarlo.
Por ese principal motivo es que la actual elección a intendente es determinante, no solo para lograr una continuidad con la ardua tarea de recuperar la “ciudad paisaje” que alguna vez fue, sino también para dar un impacto más grande y buscar convertirla en una ciudad referente del país.
Paraná fue capital de la República Argentina. La ciudad merece un lugar destacado y un reconocimiento más allá de la historia. Tiene una geografía privilegiada y una calidad humana de las mejores del país.
El desafío para la próxima gestión es lograr plasmarlo en una realidad que supere la coyuntura y la ponga de frente a lo que el mundo está desarrollando. Hay nuevas herramientas de gestión. Hay servicios diferenciales para ofrecer. Hay oportunidades tremendas para atraer inversores. Hay una matriz productiva necesaria de potenciar y transformar, dejando a un lado el solo perfil administrativo que tiene hoy para convertirla en un polo tecnológico y fabril del conocimiento. Hay un mercado turístico ávido de volver a descubrir cada rincón de la región y se necesitan servicios complementarios que estén a la altura de las circunstancias. Hay educación de primera calidad con universidades referentes y hay un polo cultural con ganas de sobresalir más.
Paraná tiene las condiciones necesarias para dar ese salto necesario. La próxima gestión municipal tendrá la gran responsabilidad de lograrlo.
Si falla, el “ParaNo” está a la vuelta de la esquina, esperando volver con su manto gris y su freno de mano listo.