Alejandro Scévola, Director de Mamprin y Scevola
Mamprin y Scevola – Paraná: Empresa dedicada a la comercialización de vehículos pesados y soluciones relacionadas con el transporte, con una trayectoria consolidada en la región.
BALANCE 2024
PERSPECTIVAS 2025
Si hay que definir un balance de 2024 diría que fue peor de lo que me gustaría, pero mucho mejor de lo que esperaba. Si bien fue un período de volúmenes moderados y con limitaciones en la oferta. El mercado nos permitió mantenernos en una posición sólida gracias a la estabilidad del tipo de cambio y la baja de tasas, dos factores que no se esperaban a la velocidad en que ocurrieron. Esto nos ayudó a tener producto disponible, aunque con restricciones, lo que nos impidió concretar algunas ventas adicionales.
Si bien estamos con una macro más ordenada, pero no podemos olvidarnos que somos Argentina y a medida que nos abrimos al mundo, lo que sucede afuera nos puede impactar más de lo que nos impactaba antes. Creo que la economía seguirá estabilizándose con algunos sectores que están arrancando, pero nos movemos en una “estabilidad” con niveles de actividad todavía muy bajos.
La actividad se mantuvo en niveles aceptables, con clientes renovando vehículos en ciclos más largos y con precios que empezaron a normalizarse tras años de distorsión causada por la inflación. Sin embargo, el mercado aún no está completamente estabilizado, y sigue habiendo restricciones en la oferta que afectan nuestra capacidad para operar con total libertad.
En términos de inversiones, no tomamos decisiones significativas este año. Consideramos que aún no se han dado los cambios necesarios en el mercado para justificar ampliaciones o nuevas estrategias de inversión. Estamos observando la evolución del panorama económico antes de comprometernos con proyectos mayores.
Para el 2025, las expectativas son cautamente optimistas, principalmente porque no se está cumpliendo el pronóstico de sequía para esta época del año y eso impacta directo en el sector agropecuario. Prevemos un mercado con un leve crecimiento respecto a este año y mayor patentamiento de vehículos pesados. Si bien esperamos que algunas marcas internacionales aumenten su presencia, también anticipamos una competencia más intensa, lo que requerirá adaptarnos continuamente. El cambio en las dinámicas de importación y la posible normalización de la oferta serán factores clave que influyen en el desempeño del sector.
Uno de los principales desafíos será manejar la empresa en un contexto de inflación casi normalizada, algo que no se veía en años. Este cambio impactará directamente en la valorización de vehículos usados, que tenderán a alinearse más con los valores de los 0 km, afectando los ciclos de renovación y las decisiones de compra de los clientes. La transición a este nuevo esquema requerirá un enfoque diferente en nuestra gestión operativa y comercial.
Confiamos en que el 2025 será al menos tan bueno como este año, con la posibilidad de alcanzar un puntaje de 8, dependiendo de cómo evolucione la economía y el comportamiento del mercado. La clave será adaptarnos a las condiciones que se presenten, manteniendo el foco en ofrecer soluciones eficientes y competitivas para nuestros clientes.