Sergio De Luca, Presidente de Famet SA
Famet, Larroque – Industria metalmecánica dedicada a implementar soluciones a medida y especializadas
BALANCE 2024
PERSPECTIVAS 2025
Cerramos un año muy desparejo. Unos primeros meses que arrancamos firmes, después un freno en mayo y junio, para pasar a un repunte sostenido hasta llegar a fin de año replicando los buenos niveles de fines de 2023. Logramos concretar inversiones claves y desarrollamos un nuevo cliente vinculado a Vaca Muerta, lo que incrementó nuestra actividad en un 25%. Este desafío nos llevó a capacitar personal, certificar soldadores y ajustar nuestros métodos de fabricación y pintura para alcanzar los estándares exigidos.
En lo nuestro, la apertura de importaciones nos ha ayudado a bajar costos. La chapa, en el peor momento del año pasado la llegamos a pagar 4 dólares y hoy estamos a 1,50 (igual, Brasil está a 0,90 y China a 0,70, lo que debería hacer que siga bajando). Lo que nosotros hacemos es toda fabricación a medida. Creo que el mercado es más seguro para lo que son trabajos especiales que a trabajos estandarizados.
El futuro del rubro sí es más complejo. Lo que viene son muchos cambios, adaptaciones. Uno se acostumbra a hacer las cosas como las venía haciendo y eso creo que no será el camino de acá en más. Argentina ha tenido mucho subsidio, sobreprecios, condiciones no claras que siempre pagaba el Estado. No es algo que afecte a la industria entrerriana en general, pero sí a las empresas más grandes nacionales. Estoy convencido de que pueden quedar empresas en el camino, pero también que nacerán otras con nuevas formas de hacer las cosas y adaptadas al nuevo contexto.
Es muy poco lo que estamos trabajando con inteligencia artificial. Sí con 4.0 y la digitalización de procesos.
En 30 años que tiene la empresa nunca habíamos tomado crédito. Obligados por la situación, el año pasado tomamos el primero para no despedir gente y cubrir las obligaciones que teníamos. Ahora estamos esperando que los bancos se despierten de la modorra (conveniente) que traían y aparezcan con líneas de financiación coherentes.
En términos de recursos humanos, recuperamos personal que se había desvinculado durante la crisis, aunque seguimos enfrentando dificultades para encontrar trabajadores capacitados. La colaboración con escuelas técnicas y la capacitación interna han sido fundamentales, pero requieren tiempo para dar frutos. También realizamos inversiones en infraestructura, incluyendo la construcción de una nueva nave y fortalecimos nuestras áreas de recursos humanos para adaptarnos a las demandas de las nuevas generaciones.
Mirando hacia 2025, somos optimistas. Creemos que será un año de crecimiento sostenido, con nuevas oportunidades generadas por un mercado en reacomodamiento. Las preocupaciones, sin embargo, giran en torno a que se pueda sostener esta estabilidad económica y creo que sucederá porque la gente ya aceptó el cambio y la necesidad de adaptarse a un entorno sin inflación. Esto requerirá un enfoque en la eficiencia y la competitividad, dejando atrás la dependencia de márgenes inflados por la inflación.
En este nuevo contexto, continuar invirtiendo en equipamiento, infraestructura y capacitación será clave para mantenernos a la vanguardia y enfrentar los retos del mercado. Sin lugar a dudas en 2025 habrá que competir, una palabra que asusta a algunos empresarios argentinos que se vieron beneficiados por el anterior modelo económico y hoy tienen terror a esto. Creo que no es el caso de la industria metalúrgica entrerriana.