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“A pesar de todo lo que invertimos, nos sentimos ninguneados”

Carolina Schneider, Socia Gerente de Schneider SRL. 

Schneider SRL es la principal fábrica del país en amoblamientos para baños y acaba de mudarse a una flamante planta industrial de 22.000 m2 en la ciudad de Crespo.

Para nosotros el 2022 fue un año de apenas 7 puntos. Pudimos hacer mucho, pero también perdimos muchas oportunidades por el cambio de reglas a mitad de año, limitando o prácticamente eliminando la posibilidad de importar materias primas fundamentales para el desarrollo productivo, lo que nos pone en una situación realmente apremiante de cara al futuro en el corto plazo. La puntuación en realidad se corresponde más por el impulso que traíamos de años anteriores que a lo genuino de este 2022.  

Fue un año con varios resultados tangibles. Un año que nos permitió finalizar varios proyectos que teníamos bastante avanzados y en el que concretamos un objetivo muy importante: mudarnos a nuestra nueva planta de 22.000 m2. A la par de esto, logramos los objetivos de producción que dependían de nuestras acciones e incorporamos servicios de software complementarios que nos ayudan a una mejor y más eficiente gestión de la calidad, de la comunicación y también de las personas. También expusimos nuestras novedades en uno de los eventos más grandes del sector de la construcción (Expo Retail 100), en donde presentamos nuevas líneas de muebles, y logramos sacar al mercado materiales nuevos e innovadores para la producción de mesadas, gracias a nuestros desarrollos de ingeniería. Lo más importante que quiero destacar es que, una vez más y apoyándonos en nuestras fortalezas, logramos sacarle el jugo a un año durísimo, y lo pudimos hacer gracias al valioso aporte de todo nuestro gran equipo que conforma nuestro personal.

Cuando una empresa cuenta con un gran equipo siempre se mantienen vivas las ganas emprendedoras. Por más que haya momentos en los que parecemos estar a punto de flaquear y en los que realmente tenemos más preguntas que respuestas, el grupo siempre nos impulsa a seguir adelante. En este sentido, 2022 fue uno de los años más duros que nos tocó vivir, porque sentimos una especie de “ninguneo”, por la gran inversión que la empresa está haciendo y por el ámbito “poco amigable” en el que le toca desenvolverse. En nuestro caso, somos una Pyme que nació con un capital equivalente a cero, pero que fue capaz de lograr lo imposible a fuerza de trabajo incansable, esfuerzo y dedicación. De todas maneras, estoy segura que, por este espíritu innato, por cómo fueron nuestros comienzos y porque no sabemos darnos por vencidos, vamos a estar siempre dispuestos a seguir adelante, sea lo que sea que nos toque enfrentar.

Nuestra idea desde un principio ha sido tomar más personal. De hecho, venimos de realizar una gran inversión edilicia y tecnológica. Pero la realidad es que, con este escenario, salvo que haya algún gran cambio (que lamentablemente no vislumbramos), intentaremos hacer todo lo posible por mantener el personal actual y difícilmente incorporemos más.

Terminar nuestra nueva planta fue una gran inversión y un enorme desafío en diversos sentidos. Hoy somos la fábrica de muebles para baños más grande de la argentina, con un Share de mercado del 46,5% dentro de nuestro segmento (C2, C3 y D1), con casi 150.000 muebles vendidos en los últimos 12 meses, con una amplia red de puntos de venta en todo el país y próximos a recertificar las ISO 9001. De todos modos, realizaremos nuestras próximas inversiones cuando tengamos un panorama más claro y un horizonte estable de trabajo, en el que podamos hacer planes de mediano plazo como siempre lo hemos hecho.

Nuestra mayor preocupación en la actualidad pasa por las políticas implementadas en materia de comercio exterior y, por supuesto, por la economía. Un punto fundamental que nos desvela es estar al límite con los materiales y materias primas. Hace meses que las PYMES debemos mendigar a la espera de que se establezcan reglas de juego claras a largo o mediano plazo y nos permitan lograr cierta previsibilidad. Hemos tenido infinidad de reuniones y charlas sin resultado alguno y sentimos que estamos completamente solos, o peor aún… muy mal acompañados.

El 2023 y por todo lo que dependa de nosotros y de nuestro desempeño, tendrá un piso de 9 puntos. Amamos nuestra empresa y logramos un formato de trabajo y de acompañamiento a la planificación que nos asegura los resultados. Pero, de la puerta hacia afuera, da la sensación de que no sabemos en donde estamos parados y mucho de lo que podemos hacer estará absolutamente condicionado por este entorno “poco amigable” que mencioné anteriormente, en el que estamos trabajando. Con niveles de inflación inadmisibles, sin reglas de juego claras y con la política que parece estar distraída mirando hacia otro lado, el panorama no es el mejor… siendo muy optimistas.

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